Y, cómo es posible que el Gobierno de la Revolución Ciudadana de manos ardientes y corazones limpios le acepta $400 millones al FMI...
Nada de eso, jabón. Al FMI le hemos dicho muy claro que somos un Gobierno soberano que no acepta imposiciones de nada y que no firmamos cartas de intención, que ya no somos entreguistas y que, si quieren que el Ecuador vuelva a ese organismo, tienen que cambiar drásticamente y ceñirse a lo que diga el politburó.
¿Y qué les respondieron?
Bueno, ellos no tuvieron tiempo de responder nada porque tenía que ir a dar el mismo discurso a los del Banco Mundial, a los que les reiteré que el Gobierno de la revolución ciudadana no se va a someter a los organismos multicéfalos y que no se anadrán con cosas, porque podíamos expulsar a sus representantes como ya lo habíamos hecho.
¿Y qué le dijeron ahí?
Pues tampoco tuve tiempo de oír su respuesta, porque ya me atrasaba a la cita con el BID, a los que les dije que no necesitábamos de su puerco dinero porque el Gobierno de la revolución ciudadana era soberano, independiente, que no aceptaba recetas de nadie.
Y entonces, ¿por que le dieron $400 millones?
Por miedo a que el jefe los insulte en las cadenas sabatinas, pues.
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