Lamentable, el contenido de la entrevista al ministro de Defensa publicada antes de ayer en este Diario. Javier Ponce fue uno de los puntales periodísticos en que los fundadores de Diario HOY confiaron para garantizar un periodismo honesto, libre, crítico, independiente y, como se decía antes, “irreverente”. Su pasado de poeta e intelectual garantizaba un correcto uso del lenguaje; su profunda rebeldía, que compartía con Alberto Acosta y Diego Cornejo, garantizaba esa libertad y esa irreverencia que se buscaban en un diario que nacía con la práctica de un periodismo libre, independiente, plural.
Ponce, durante muchos años, fue fiel a sus ideas y visiones. El diario simplemente las respaldaba. Junto con Benjamín Ortiz, el Pájaro Febres Cordero, Gonzalo Ortiz, formaron un excelente grupo contestatario de los poderes. En el Gobierno de Febres Cordero, sufrieron ataques que derivaron en un constante asedio a HOY buscando silenciar a los “rebeldes jóvenes intelectuales” que no descansaban de criticarlo.
El Diario y la empresa editora fueron las principales víctimas. Dificultades para importar papel, eliminación de la publicidad que controlaban, ataques a su director y a varios de los columnistas tachándolos de guerrilleros. El Diario soportó la arremetida, y siempre salió en defensa de la libertad de opinión de sus columnistas y de la libertad de expresión de sus editores.Ayer como ahora, el Diario hacía y hace política en el sentido más amplio luchando por los ideales y convicciones democráticas: libertad de pensamiento, libertad de expresión, libertad de opinión, libertad para disentir, libertad para investigar a los poderes. Ahora Javier Ponce no quiere opinar sobre el esperpento de ley que presentó el sr. Panchana. Afirma que se profesionalizó como periodista porque “no había Escuela de Periodismo”. Olvidó que muchos periodistas, en los mismos días, estudiaban Ciencias de la Información en la Universidad Central. Y parece haber olvidado que si no hubiese existido un medio como HOY, que lo defendió y luchó en el Gobierno de Febres Cordero y otros, no habría podido ejercer la libre opinión en sus columnas. En ese tiempo, luchaba por la libertad que el medio privado le brindaba. En esa época, jamás habría aceptado que los periodistas se habían convertido “en actores políticos”. Pero cuando los medios se han convertido en los únicos fiscalizadores de este Gobierno, se los acusa de actuar “desde la perspectiva de partidos políticos”. Y lo que es doblemente lamentable: de una lectura “entrelíneas”, ha descubierto que la Aedep y el conjunto de medios que la forman han estado llamando al pueblo a levantarse...
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