Por Carlos Vera Rodríguez
Son ilegales. Ahora salen con que se amparan en el artículo 59 de La Ley de Radiodifusión y Televisión, cuando el espacio gratuito de hasta una hora diaria previsto allí es para “programas oficiales de teleeducación y salubridad, elaborados por el Ministerio de Educación y Salud Pública”.
Interpretarán que a eso equivale publicitar determinados artículos del proyecto de nueva Constitución política.
Eso es proselitismo! ¿No van a incluir explicación para ‘orientar’ el voto? ¿Se limitarán a exponerlos completos y nada más? Claro que no. Necesitan inducir y traducir, porque muchos temas graves están mal redactados, fueron adulterados, o en otros casos, resulta evidente su atrofia. Ello vuelve imprescindible una manito de gato.
“La regulación debe aplicarse solo cuando es necesaria; cuando no es necesaria, hay que dejarlos que se desarrollen”, fue la salida del actual Superintendente de Telecomunicaciones Guerrero, cuando Alfonso Espinosa de los Monteros advirtió que varios artículos de la mordaza que se votará en referéndum significan una estatización o semiestatización de la comunicación independiente.
El 313 dice que “el Estado se reserva administrar… controlar y gestionar sectores estratégicos”. Más adelante incluye entre ellos el espectro radioeléctrico, es decir, el recurso que explotan radios y televisoras; el 315 ordena “constituir empresas públicas para la gestión de sectores estratégicos”; y el 316, como gran cosa, admite que “podrá delegar la participación en los sectores estratégicos a empresas mixtas… en las cuales el Estado tenga mayoría accionaria”. ¿Fidel Egas socio de Rafael Correa? ¿Teresa Arboleda presentadora de ETV?
El asunto no acaba allí. No esperarán el sí para imponer cadenas ahora, apelando en otros casos a la Ley de Educación para la Democracia (¿sabían ustedes que existía?) aunque nada dice de radios y canales de televisión, mientras resalta que la “educación en valores, democracia, integración, derechos humanos y deberes ciudadanos deberá ser introducida de manera pluralista y no dogmática”.
No anda tan alto el sí cuando resultan insuficientes los abúlicos paneles de Rafael Correa, su verborrea resentida, el bombardeo de cuñas, el insulto a estudiantes, la protección de delincuentes y la criminalización de inocentes, para el tigre suelto con burro amarrado en que han convertido la lid del 28. Mentira. ¿Que nos quieran callar? Mentira. ¿Que hayan empezado ya? Mentira.
¿Que el artículo 19 del proyecto “regulará la prevalencia de contenidos informativos en la programación de medios de comunicación”? Mentira.
Lean bien y con cuidado la propuesta de censura camuflada cuyas líneas rojas hicieron tres conquistadores españoles para ver si es mentira. Aprovecharon la prensa libre para proyectarse, pero no podrán constreñirla para perpetuarse
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Quito - Ecuador 4 de septiembre del 2008
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