OPINION DE DIARIO HOY
Algo pasa con el presidente Rafael Correa. Los profundos estudios económicos en los Estados Unidos y Europa, que le sirvieron para promoverse como el salvador del Ecuador cuando fue por corto tiempo, casi el mismo de Wilma Salgado en este Gobierno, ministro de Economía de Alfredo Palacios, parece se le han olvidado, o su euforia de poder y promoción le impiden reflexionar en las condiciones básicas de la economía.
La misma ex ministra Salgado, mientras asegura que la nueva ministra, que no se sabe cuánto durará, fue la que elaboró los cálculos presupuestarios que motivaron su salida, opina que el manejo de las finanzas en este Régimen es caótico y que no se respetan los mandos.
Graves afirmaciones de la ex ministra, que prueban el voluntarismo presidencial y la obsesión de Correa para dirigir todas las acciones del Estado, creyéndolas conocer en su totalidad.
De la misma forma, aseguran los más cercanos colaboradores, que el presidente en las tardes de los viernes o de cualquier día, personalmente ordena al Banco Central, la tasa de interés que deberá regir durante la semana siguiente. No se basa en cálculos técnicos ni alguna planificación. Se impone por el capricho pasajero del mandatario. En el BC también se reza para que conforme su máximo dirigente cree, pasado el referendo, impuesta la Constitución -según muchos fraudulenta-, el presidente Correa se convierta en una especie de Bachelet... Ingenua aspiración
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