Señalan que “siempre apoyamos las acciones de paz y por eso aceptamos a un señor que se dijo llamar Darío (Raúl Reyes) en la casa con una señora que le decían Olga”, pero que no sabían que eran de las FARC.“Se quedaron con nosotros unos días, desayunaban y se iban el resto del día. Luego él nos dijo que si otra persona podría venir a dejar algo a la casa y le dijimos que sí, entonces llegó uno que se identificó como Ricardo, que llegó con la caja fuerte y nos pidió guardarla”, detalló Prado.Añadió que por el 2004 se dieron cuenta que Ricardo y Darío eran en realidad Rodrigo Granda y el extinto Raúl Reyes, admitiendo que desde entonces “teníamos un miedo, estábamos muy asustados al ver con quién habíamos tenido relaciones pero no era algo nuestro y no podíamos disponer de eso (la caja), por eso no le dijimos a nadie, además, no habíamos cometido ningún delito”.
...http://www.eluniverso.com/2008/03/22/0001/8/5E9DEDE660F24213965C644C846A6AAF.aspx
1 comentario:
La culpa solamente la tienen los terroristas. Tenemos que dejar de hacernos cargo de cosas de los demas pero si saber en que nos equivocamos.
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