El vicepresidente de la Asamblea Constituyente, Fernando Cordero, que ha demostrado tanta sagacidad desde que se unió a Alianza PAIS, sentenció el otro día que los que promueven la discusión sobre Dios, el aborto y el matrimonio homosexual son “enemigos” de la Asamblea que quieren “dividir a los asambleístas y al pueblo ecuatoriano”. Cuando lo leí me quedé con la boca abierta. Pero si el que inició este debate fue Rafael Correa, cuando advirtió enojado que si los constituyentes aprobaban el aborto o el matrimonio homosexual él sería el primero en hacer campaña por el “no” en el referéndum. El debate continuó cuando María Paula Romo introdujo el concepto de “soberanía del cuerpo”. Y por último, la portada de ayer de este Diario lo dijo todo, al mostrar a Diana Acosta y Rossana Queirolo, de Alianza PAIS, a la cabeza de una marcha en Montecristi contra las tesis de su movimiento.
Digamos las cosas como son: este debate lo comenzaron los coidearios de Cordero y de Correa como parte de sus luchas intestinas, que quizás hayan desprestigiado a la Asamblea pero que sin duda le están haciendo un daño tremendo al país.
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http://www.eluniverso.com/2008/03/27/0001/21/A8EDB72064164E96B9DE7D78BACE8DF6.aspx
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