Rafael Correa es indiscutiblemente un joven líder político que pertenece al tan reclamado recambio generacional de la clase política ecuatoriana.
Lamentablemente el mundo está lleno de buenas intenciones y, sin embargo, cada día hay más injusticia, mayor corrupción y mayores desigualdades sociales.
Entonces, tal como lo estamos experimentando los ecuatorianos, las buenas intenciones no bastan para gobernar el Ecuador.
A ello se debe la improvisación que vivimos en casi todos los cuadros del gobierno central y los desatinos en la política exterior e interna.En situaciones normales en el Ecuador, o en cualquier país un poco más desarrollado que el nuestro, los pativideos le hubieran costado la cabeza al entonces ministro de Economía y un importante desgaste al Gobierno; la Asamblea no hubiere liquidado al Congreso; la delegada del Presidente ante la Junta Bancaria no se hubiere podido posesionar hasta resolver sus litigios con el Banco Central y las detenciones realizadas a ciudadanos de a pie, por mirar mal al Presidente hubieran sido cuestionadas a grito pelado por los defensores de derechos humanos y generado un importante revés a la popularidad del mandatario.
Ecuavisa no estuviere siendo investigada por el Conartel por el pecado de hacer uso del derecho constitucional y universal de la reserva de la fuente en el incidente de la Base San Eduardo, ni el Ecuador repleto de emergencias injustificadas que solo sirven para acelerar los procesos de contrataciones en diversas áreas, sin la inspección de los organismos de control.
He mencionado solo unos cuantos graves sucesos acaecidos en el actual Gobierno que han pasado de largo a vista y paciencia de la gran mayoría de ecuatorianos que casi ni se inmuta; levanta la cabeza ante el escándalo del noticiario y luego regresa a su vida normal.
...Màs,
http://www.eluniverso.com/2008/03/28/0001/21/12295D742521456F9B17B9950667E3C1.aspx
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