


“Lamentablemente llegamos a esta situación, hemos pasado largas horas en conversaciones y no se logró nada. Teníamos que cumplir una diligencia de la autoridad”, dijo Wilmer Coellar, jefe policial del operativo. En efecto, eran las 18:20 cuando se dio la orden para tomar el local “por la fuerza”.
Previo a la incursión, en una última reunión estuvo María Gloria Alarcón, una de las propietarias de la empresa, quien calificó la acción de ilegal y contó que se había retirado de dicha cita porque no le dieron quince minutos para explicar que la industria Toni no tiene vínculos con la familia Isaías.
“Es realmente grave lo que vive el país con este tipo de atropellos, de incautaciones. Tenemos cómo probar de la manera más clara, pero nos han negado y toman decisiones por simples suposiciones”, expresó.
“El Gobierno está desesperado, sus números no estaban bien y han ejercido estas acciones para atraer la opinión pública”, dijo tras señalar que se trata de una medida política.
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