martes, 29 de julio de 2008

La historia jamás contada de Canguil sesentaysiete

Rubén Darío Buitrón
Leal. Rolando Panchana se declara “correísta a muerte”. “Ustedes no conocen la calidad humana del Presidente”, dice a los críticos.
...


¿Quién era de una línea y quién de otra? ¿Por qué aparecían en una mesa textos que no fueron aprobados en otra mesa, donde no hubo la mayoría correísta o acostista para aprobarlos según la línea de uno u otro grupo? La presencia del “buró” no era suficiente. Había que contar con asambleístas de confianza total del correísmo. Y ahí apareció Canguil sesentaysiete.
La arquitecta María de los Ángeles Duarte, ministra de Vivienda, envía un correo electrónico desde su dirección personal: mduarte@gye.satnet.net. El email llega al destinatario Canguil sesentaysiete, quien desde su dirección personal (aunque tiene una oficial como asambleísta) recibe el mensaje:“Estoy revisando los textos sobre hábitat, sabes tú a qué se refieren con CIUDADANÍA PLENA? ¿Hay algún texto en el que se defina ciudadanía? Si hubiese, ¿me lo podrías enviar?”.
Inmediatamente, Canguil sesentaysiete responde:“María: Aquí todo el mundo dice que es una confusión, que han transcrito mal, etc. Yo no creo en eso, pero les doy el derecho a la duda. Igual hay que encender todas las alertas, porque justo en eso alguien redactó de otra forma”. Canguil sesentaysiete era el nombre clave de Rolando Panchana, vicepresidente de la Mesa 5 (Recursos Naturales y Biodiversidad), donde su presidenta, Mónica Chuji, luchaba por contenidos más radicales.
Fue una de las mesas donde hubo mayores enfrentamientos. Aunque los dos pertenecían al bloque PAIS, Chuji lideraba un grupo y Panchana, otro.Sus diferencias no eran personales, sino políticas: Chuji estaba en la línea de Acosta (ecologistas e indigenistas) y Panchana en la de Correa (pragmáticos). Lo que ocurría entre los dos se replicaba en todas las mesas y en el pleno. La confianza se había extinguido.En un duro debate sobre el consentimiento previo, cuentan que Panchana dejó abierto el teléfono para que Correa escuchara. Pocos minutos después, Ricardo Patiño llamaba a los asambleístas a “ponerlos en orden”.
Panchana no admite que actitudes como esas se califiquen como desleales. Por el contrario, se califica como “un correísta a muerte” y uno de los pocos asambleístas de PAIS que siguieron a rajatabla las decisiones del buró y de Correa.
Quizá por eso era quien mocionaba los temas que le interesan al Gobierno. Quizá por eso se ha convertido en el “detractor oficial” de Alberto Acosta.Confiesa que no es nada personal contra Acosta, pero lo califica de “caballo de Troya” de las posiciones radicales. Se siente orgulloso porque cumplió la misión de evitar que el acostismo se tomara la Asamblea e hiciera una constitución extremista.La verdad es al revés de lo que muchos creen: “El malo es Acosta y el bueno, Correa”, dice mientras cierra su laptop y guarda la clave de acceso a Canguil sesentaysiete
...

No hay comentarios: