El Gran Inquisidoe de Dostoiweski, se levantó y dijo: "Pues para el hombre y la sociedad no ha habido nunca nada más espantoso que la libertad".
Cachito, Cachito, Cachito Vera se ha autoproclamado el nuevo Tomás de Torquemada,
que por iniciativa propia,
adivina y cumple los más secretos pensamientos para contento y felicidad de su Altísimo Señor.
Él ordena a sus colaboradoras, según sus palabras,
que madruguen a escuchar y a grabar todo que dicen las radios,
los canales de televisión,
los blogs,
los chats,
todo lo que pasa por los celulares del mundo,
para pasar a Carondelet la lista de los que le alaban y bendicen,
de los que le aman y le critican, d
de los dibujos animados que no le gustan y de las recetas de cocina,
que contradicen los menus del Chef belga de Carondelet.
Los movimientos de las tecnocumbieras, deben ser filmados desde lo alto
y jamás desde atrás según la nueva ley que elabora las eternas asambleístas de Montecristi,
siguiendo los preceptos dictados por el nuevo fundamentalismo Opus-Estalinista
que deberá guíar los pasos de los medios de comunicación, en las épocas de los santos ,
fieles servidores de estos últimos tiempos.
"Cachito, Cachito, cachito mío/
Pedazo de cielo que Dios me dio/
te miro y te miro y al fin bendigo/
bendigo la suerte de ser tu amor".
http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/antiacido-1-349752.html
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