----------------------------------------Menú de los columnistas en Cartondelet
Qué se iban a perder un almuerzo del chef belga los columnistas de El Telégrafo que, semanas atrás, abandonaron las páginas de ese diario por la censura que se les impuso. Muchos de ellos, débiles de carne, y nada vegetarianos, aceptaron la invitación. Al hacerlo, renunciaban a la orgullosa tradición montalvina. El escritor ambateño afirmaba que su pluma no es cuchara; como comensales, ponían por delante la cuchara para su retorno al diario gubernamental, que el año pasado perdió la bicoca de $6 millones, según reveló SM.
Según las malas lenguas, el menú preparado por el chef belga operó la mutación y les hizo volver al diario, ahora dirigido por el autor del cuento de ficción "la Patria libre de analfabetismo", el maestro Vallejo. He aquí el menú (inspirado en Evo):
Entrada: Huevos batidos a la criolla. Receta: Los huevos se revuelven en un tazón, con sal y pimienta; se cortan tomates en trozos pequeños y se hace lo mismo con cebolla; se ponen los tomates y la cebolla, picaditos, en una sartén que tenga aceite de oliva, pero en poca cantidad; cuando el aceite de oliva está caliente, se le agregan los huevos batidos; se los mueve y se agrega leche; se los sigue moviendo hasta que los huevos se vayan secando; se los retira en el punto justo del gusto de cada uno de los comensales. Si se secaron mucho, fregados los columnistas.
Plato fuerte: Pollo alimentado con transgénicos y arroz cocinado en Coca-Cola del imperio
Postre: Espumilla, adonada de grajeas con los colores del arcoiris.
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