Mientras el Registro Social por Demanda sigue con su cronograma establecido, varios ciudadanos manifestaron su incomodidad por la encuesta, puesto que creen que los investigadores hacen preguntas "muy personales". Además, no entienden para qué se hace ese sondeo si no viven en sectores marginales.Reinaldo Cervantes, coordinador de la Subsecretaría de Análisis Gestión y Registro Social, negó que las preguntas sean "personales" e indicó que el sondeo es para calcular el nivel de pobreza de un hogar. "Lo que hacemos es seleccionar las variables que se hicieron en la Encuesta de Condiciones de Vida, que nos permiten medir el bienestar de una familia", sostuvo.En teoría, el Registro se enfoca en sectores rurales. No obstante, la semana pasada, una madre de familia (pidió mantener su nombre en reserva), que vive en la zona central de la parroquia de Conocoto, recibió a una joven que le pidió contestar varias preguntas. Ella se negó a colaborar: "La chica no me mostró su identificación. Solo llevaba un chaleco y me dijo que le habían asignado mi domicilio...".En la lotización Ontaneda, ubicada en la misma parroquia, un ciudadano se negó a dar datos de su vivienda. "Yo no he escuchado ningún llamado oficial sobre esa encuesta", dijo.Ayer, BLANCO Y NEGRO publicó un reportaje en el que informó que el Ministerio de Coordinación de Desarrollo Social (MCDS) realiza el Registro Social a las familias de los quintiles uno y dos de pobreza que habitan en las zonas rurales, y que se han registrado a través de un número de teléfono o de su página web. No obstante, según varios testimonios, algunas consultas se han ejecutado en viviendas que no corresponden a ese nivel de pobreza. También dijeron que los investigadores les han preguntado si desearían compartir su vivienda con otras personas.Ante esta inquietud, Cervantes aclaró que no hay ninguna indagación sobre ese tema (ver nota adjunta). "Los encuestadores tienen que llenar exclusivamente el formulario", recalcó.
El experto aseguró que los investigadores no se encuentran en la condición de hacer este tipo de preguntas y que, en caso de formularlas, tienen una sanción puesto que en la cláusula de contrato, los encuestadores no deben alterar las preguntas, ni salirse ellas.Para garantizar que eso no se produzca, Cervantes aseguró que por cada cuatro consultores hay un inspector que vigila el desarrollo de la consulta. (GCA)
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