¡Qué pena, señor Presidente!, no me queda más que sentir eso por usted.
¿Cómo es posible que se exprese así de la universidad que a usted lo formó?
Yo me pregunto, ¿no fue acaso en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil donde usted logró ser presidente de la Federación de Estudiantes? ¿No fue usted profesor de esta institución? ¿No son actualmente sus colaboradores más cercanos ex graduados de la Católica?
Qué lástima, entonces, que esté rodeado de gente con una “educación de mala calidad” y “que haya perdido su tiempo dando clases en ese lugar”.
Le recuerdo, Presidente, que cuando uno ingresa a la universidad, le corresponde al alumno aprovechar a sus profesores y dedicarse a estudiar, tal como yo lo hice, y muy orgullosamente puedo decir ahora que sí, sí aprendí en la Católica.
Me dediqué a estudiar economía para ser economista, en lugar de andar abriendo más frentes políticos.
Dedíquese a trabajar. Eso es todo lo que queremos los ecuatorianos.
No nos interesa saber lo mucho o poco que aprendió en la universidad y sus maestrías; solo nos preocupa conocer qué futuro es el que vamos a tener los jóvenes y qué Ecuador tendrán nuestros hijos.
“ Lo que natura no da, la Católica no regala”.
¿Cómo es posible que se exprese así de la universidad que a usted lo formó?
Yo me pregunto, ¿no fue acaso en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil donde usted logró ser presidente de la Federación de Estudiantes? ¿No fue usted profesor de esta institución? ¿No son actualmente sus colaboradores más cercanos ex graduados de la Católica?
Qué lástima, entonces, que esté rodeado de gente con una “educación de mala calidad” y “que haya perdido su tiempo dando clases en ese lugar”.
Le recuerdo, Presidente, que cuando uno ingresa a la universidad, le corresponde al alumno aprovechar a sus profesores y dedicarse a estudiar, tal como yo lo hice, y muy orgullosamente puedo decir ahora que sí, sí aprendí en la Católica.
Me dediqué a estudiar economía para ser economista, en lugar de andar abriendo más frentes políticos.
Dedíquese a trabajar. Eso es todo lo que queremos los ecuatorianos.
No nos interesa saber lo mucho o poco que aprendió en la universidad y sus maestrías; solo nos preocupa conocer qué futuro es el que vamos a tener los jóvenes y qué Ecuador tendrán nuestros hijos.
“ Lo que natura no da, la Católica no regala”.
María Pía Correa San Lucas,
economista, Guayaquil
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