jueves, 23 de julio de 2009

¿Quién miente, Presidente?

Por Bernardo Acosta
El mentiroso teme al engaño, precisamente porque sabe lo fácil que es mentir. Por eso, cuando alguien sospecha constantemente de ser víctima de manipulaciones y embustes, resulta sano preguntarse si el embustero es él. En ese sentido, ¿no será que la paranoica desconfianza que Correa tiene a los comunicadores sociales es una revelación de su propio comportamiento?No voy a hablar del apoyo financiero a los diputados de los manteles (cosa que el Gobierno había negado) o de algún vínculo de Alianza País con grupos irregulares (cosa que a ningún ciudadano patriota se le ocurriría siquiera imaginarse), sino de algo que el Presidente maneja con absoluta solvencia: la economía.En la última campaña presidencial, Correa aseveró, muy suelto de huesos, que el desempleo a marzo de este año era menor al que hubo durante el Gobierno de Gutiérrez. Pero resulta que en junio de 2007 se cambió la metodología de cálculo del desempleo y, por lo tanto, como sostiene el INEC y todo economista sabe, los datos dejaron de ser comparables.Es como si para estimar la producción agrícola se hubiera tomado en cuenta la cosecha de manzanas hasta junio de 2007 y desde entonces se contabiliza la de plátanos. Si el ministro Patiño hubiera dicho que la actual producción agrícola es mayor a la de 2004, porque así lo demuestra el indicador de la producción agrícola, talvez habría creído que cándidamente se equivocó. Pero resulta poco convincente que el doctor en economía Correa se haya vuelto incapaz de interpretar las cifras económicas. ¿La próxima dirá que seis kilómetros son más que cinco millas, porque seis es más que cinco?Y, ¿ qué tal esta? La ministra Viteri sostuvo que la recompra de deuda externa representó un ahorro de USD 7 000 millones. Pero, como un dólar en 15 años vale mucho menos que un dólar hoy, solo significó aproximadamente USD 2 000 millones. ¿El implacable juez de los sábados condenó esta ‘cantinflada’?Y pasando a eso que el Presidente bautizó como ‘verdad selectiva’, la ministra Cely afirmó la semana pasada que la economía creció en el primer trimestre del año. Si se compara con el primer trimestre del año pasado, sí creció. Pero, en realidad, decreció por segundo trimestre consecutivo. Estamos técnicamente en una recesión. No es mentira que la economía creció (si se compara con el primer trimestre de 2008 o de 1998), pero sí una evasión sin escrúpulos de la realidad.Ni seis kilómetros son más que cinco millas, ni un dólar en 15 años vale lo mismo que un dólar hoy, ni la economía ecuatoriana está creciendo.
Al parecer, mientras el Gobierno más presume de transparente, más revela lo que carece.
Y mientras más le pesa la conciencia, más acusa de mentiroso al resto.

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