miércoles, 10 de junio de 2009

Persecución a Teleamazonas

Por César Coronel Garcés
Como lo he hecho durante las dos últimas semanas, hoy volveré a hablar de la libertad de expresión.Nadie puede ser restringido ni censurado por expresar una u otra opinión: lo dice la Convención Americana de Derechos Humanos; esa es una norma que, se supone, debe ser respetada.Ya lo dije la semana pasada: a Teleamazonas "se la tienen jurada" porque es uno de los pocos medios de comunicación en el que no han doblado sus rodillas ante la dictadura.Si no le gusta la programación de un canal de televisión, tiene muchas otras opciones. Por ejemplo, cambie de canal. Pero no estar de acuerdo con una línea de prensa independiente no es excusa para cerrar un medio de comunicación.La normativa vigente establece tres tipos de sanciones a los medios de comunicación cuando incumplen -el de Teleamazonas no es el caso- con las leyes reguladoras de información: primero, una multa; si reinciden, le aplican la suspensión temporal (90 días), y, en última instancia, esto puede derivar en la revocación definitiva de la frecuencia del canal de televisión.La primera sanción ya fue aplicada. Se espera que estos días, desde Carondelet, ordenen que se aplique la segunda: en 90 días suspendido, cualquier cosa puede pasar y nadie podrá informar.Los empleados del canal se quedarán en la calle, don José no podrá ver el fútbol; doña Pepita, la novela; Miguelito, los dibujos animados, y los ecuatorianos no podremos seguir descubriendo los errores de este Gobierno. Pero esto va más allá, el asunto es mucho más grave, y la mía no es defensa a una empresa o a un grupo de comunicadores: me preocupa el peligro que implicaría que la gente pierda su libertad a expresarse.Castigan al canal por mostrar imágenes de la tradición taurina que muchos otros medios también emitieron; dicen que se sanciona por dar información sin confirmar sobre el misterioso centro de conteo de votos, donde antes funcionaba Santa Isabel, pero yo me pregunto: ¿quién sancionó a Ecuador TV cuando anunciaron 15 días antes la muerte de Febres Cordero?, ¿quién censura los insultos presidenciales todos los sábados?, ¿quién regula la objetividad de los medios estatales y la de los incautados?
Este sábado pasado, Correa ya no habló solo de Teleamazonas, también hablo de respetables medios como Diario HOY (que me honra con este no merecido espacio semanal).
Ahora, la persecución es a este canal de televisión, mañana puede ser a usted, puede ser a mí. ¿Quién será el próximo en ser callado?
Si suspenden un canal aumentará el miedo y muy pocos nos atreveremos a seguir hablando y diciendo las cosas que se hacen mal.¡La gente ya tiene miedo! Esta semana, de las varias entrevistas a las que he sido llamado, en dos radios -fuera del aire- me dijeron lo que podía y lo que no podía decir, ¡que lamentable! Muchos ya demuestran su temor a ser callados para siempre.
Ya les pasó a mis hermanos venezolanos, no quiero que esto pase en mi amado país.Yo estoy convencido de que hay un Ecuador que no calla y nuestros corazones seguirán gritando libertad sin odio, sin miedo y sin violencia.

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