El ex ministro Gustavo Larrea (i) criticó a los medios de comunicación al dar su versión ante la Comisión Legislativa. “Aquí existió un complot orquestado, que es necesario que la Comisión de Fiscalización investigue”, sentenció ayer el ministro de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, en el pleno del ‘Congresillo’, donde fue recibido en comisión general para que dé su versión sobre los hechos de Angostura.
Durante 40 minutos, Larrea cuestionó el pedido de juicio político presentado en su contra por el legislador Julio Logroño (SP), expuso dos videos para fundamentar su tesis de que no tiene vínculos con las fuerzas irregulares colombianas, y reiteró que fue pública su participación en la liberación de rehenes, para lo cual se reunió con un delegado de las FARC, aunque no identificó el nombre ni el sitio de esa cita.
Dijo que como ministro coordinador de la Seguridad Interna y Externa impulsó una política de cero tolerancia contra el narcotráfico y cultivos ilícitos, y se fortaleció la vigilancia en la frontera, que en la práctica significó la captura de unos 35 mil kilogramos de droga.
Respecto a los hechos de Angostura, afirmó que fue una masacre y una violación de la soberanía ecuatoriana y reveló que Colombia nunca entregó la información requerida por el Ecuador respecto al origen de las bombas de guiado GPS que se utilizaron en Angostura, cuando el origen de fabricación corresponde a EE.UU.
Comentó que nunca se presentó la prueba en su contra de supuesta negligencia. “Por cinco meses fui acuchillado mediáticamente, en que se me golpeó todos los días (...), y después se me lanza una curita, después de haberme causado las heridas a mí y a mi familia con un irrespeto absoluto a la dignidad de ser humano”, expresó.
Aquí hay un complot orquestado, afirmó, y a renglón seguido preguntó: “¿Cómo así cuatro medios de comunicación, sin existir rueda de prensa alguna, publican la misma información de supuesta información de inteligencia; dicen, por ejemplo, que un señor de apellido Castillo era miembro de las FARC y que había supuestamente trabajado para Plan Ecuador”.
Precisó que si hubiese sido miembro de las FARC, y si esa información hubiese tenido Inteligencia, “ese señor (Castillo) hubiese estado procesado penalmente por asociación ilícita; sin embargo, anda libre y da declaraciones en Lago Agrio exigiendo que se aclare que él no es de las FARC”.
Aseguró que “el complot viene de allí arriba justamente (señalando el mural de Guayasamín), de la Central de Inteligencia Americana”.
Aunque no reveló nombres, dijo que hay que investigar a quienes tienen dos o tres sueldos, a quienes lo reciben del Estado ecuatoriano y también de afuera. “Periodistas que reciben sueldo de medios de comunicación y de potencias extranjeras, eso es lo que hay que investigar para sanear al país”.
Y añadió que “los patriotas ecuatorianos y demócratas no tenemos absolutamente nada que esconder. Somos gente digna que hemos trabajado por la democracia, por los derechos humanos y la soberanía nacional y lo haremos hasta el día de nuestra muerte”, subrayó.
Durante 40 minutos, Larrea cuestionó el pedido de juicio político presentado en su contra por el legislador Julio Logroño (SP), expuso dos videos para fundamentar su tesis de que no tiene vínculos con las fuerzas irregulares colombianas, y reiteró que fue pública su participación en la liberación de rehenes, para lo cual se reunió con un delegado de las FARC, aunque no identificó el nombre ni el sitio de esa cita.
Dijo que como ministro coordinador de la Seguridad Interna y Externa impulsó una política de cero tolerancia contra el narcotráfico y cultivos ilícitos, y se fortaleció la vigilancia en la frontera, que en la práctica significó la captura de unos 35 mil kilogramos de droga.
Respecto a los hechos de Angostura, afirmó que fue una masacre y una violación de la soberanía ecuatoriana y reveló que Colombia nunca entregó la información requerida por el Ecuador respecto al origen de las bombas de guiado GPS que se utilizaron en Angostura, cuando el origen de fabricación corresponde a EE.UU.
Comentó que nunca se presentó la prueba en su contra de supuesta negligencia. “Por cinco meses fui acuchillado mediáticamente, en que se me golpeó todos los días (...), y después se me lanza una curita, después de haberme causado las heridas a mí y a mi familia con un irrespeto absoluto a la dignidad de ser humano”, expresó.
Aquí hay un complot orquestado, afirmó, y a renglón seguido preguntó: “¿Cómo así cuatro medios de comunicación, sin existir rueda de prensa alguna, publican la misma información de supuesta información de inteligencia; dicen, por ejemplo, que un señor de apellido Castillo era miembro de las FARC y que había supuestamente trabajado para Plan Ecuador”.
Precisó que si hubiese sido miembro de las FARC, y si esa información hubiese tenido Inteligencia, “ese señor (Castillo) hubiese estado procesado penalmente por asociación ilícita; sin embargo, anda libre y da declaraciones en Lago Agrio exigiendo que se aclare que él no es de las FARC”.
Aseguró que “el complot viene de allí arriba justamente (señalando el mural de Guayasamín), de la Central de Inteligencia Americana”.
Aunque no reveló nombres, dijo que hay que investigar a quienes tienen dos o tres sueldos, a quienes lo reciben del Estado ecuatoriano y también de afuera. “Periodistas que reciben sueldo de medios de comunicación y de potencias extranjeras, eso es lo que hay que investigar para sanear al país”.
Y añadió que “los patriotas ecuatorianos y demócratas no tenemos absolutamente nada que esconder. Somos gente digna que hemos trabajado por la democracia, por los derechos humanos y la soberanía nacional y lo haremos hasta el día de nuestra muerte”, subrayó.
Larrea abandonó el recinto en medio de aplausos de legisladores de PAIS y de las barras que llegaron y cuyo ingreso se permitió. Dijo que su presencia fue por responsabilidad política, que era necesario que el ‘Congresillo’ sepa la verdad “y es que existió una campaña contra mi honor y dignidad”.
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