martes, 20 de mayo de 2008

Porque somos idiotas…

Por Antonio Rodríguez Vicéns
Porque somos idiotas, el desconocido y arrogante profesor universitario, con un discurso difuso y ambiguo, ideológicamente impreciso e indefinido, aunque contestatario y crítico, ganó las elecciones presidenciales a pesar de su inexperiencia política. Porque somos idiotas, aceptamos, entre sorprendidos e incrédulos, que en el acto de posesión de su cargo, en contubernio con diputados ya inmersos en un ambiente novelero y festivo, de alcahuetería y connivencia, no prometiera respetar la Constitución y las leyes, para luego desconocerlas y violarlas con desvergüenza y desparpajo. Porque somos idiotas, observamos impasibles cómo, después de ridículos actos de farsa y opereta, corrompió a los diputados suplentes (los de los manteles), que traicionaron a sus partidos y a sus compañeros, para allanar más tarde el camino para la arbitraria imposición de un ‘receso’ al Congreso Nacional.
Porque somos idiotas, respaldamos en la consulta popular, por amplia mayoría, el texto de un estatuto que la Asamblea ‘omnipotente’, arrogándose facultades que no se le otorgaron, se ha encargado de arrojar al tacho de basura, para actuar a su antojo y sin respetar la Constitución y las leyes. Porque somos idiotas, no nos oponemos a la aprobación inconstitucional e ilegal, apresurada y abusiva, de varias leyes (llamadas ‘mandatos’ en su peculiar lenguaje seudo revolucionario), que están creando un absurdo y peligroso caos jurídico. Porque somos idiotas, no hemos reaccionado ante el atropello a las instituciones, que han sido desprestigiadas y sometidas, con la complaciente y servil entrega de sus integrantes, a la aparentemente incontrastable voluntad dictatorial, hasta dejar a los ciudadanos en total indefensión legal frente al Estado.
Porque somos idiotas, hemos callado ante su doble discurso y sus frecuentes contradicciones, sus desafíos y sus groserías. Porque somos idiotas, apoyamos la necesidad de practicar una nueva forma de hacer política, para comprobar más tarde que utiliza los mismos métodos deshonestos y deleznables de la llamada partidocracia y que gobierna con muchos de sus más ‘conspicuos’ y desprestigiados representantes. Porque somos idiotas, no hemos rechazado con energía los improperios e insultos que, amparado en la fuerza y la impunidad del poder, ha lanzado contra quienes disienten y no le rinden pleitesía. Porque somos idiotas, no protestamos por el despilfarro inmoral de los recursos públicos en una agresiva campaña de propaganda atosigante, irrespetuosa y ofensiva, maniquea y falaz.
Porque somos idiotas, hemos tolerado una errática y dogmática política económica que ha frenado la inversión, ha favorecido el aumento del desempleo y el subempleo y ha desatado un proceso inflacionario con el crecimiento indiscriminado de los precios de los artículos de primera necesidad. Porque somos idiotas, hemos observado en silencio el abultamiento clientelar del Estado y de la burocracia y el incremento inorgánico e irresponsable del gasto público. Porque somos idiotas, no hemos sido capaces de impedir los atropellos que ha cometido para ir consolidando un proyecto político autoritario, sectario y excluyente, antidemocrático, anacrónico y regresivo, que terminará destruyendo una vez más nuestras esperanzas -ilusamente renacidas- en un futuro mejor.
http://www.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=193085&id_seccion=1

No hay comentarios: