Alcides Montilla
1 Estaremos a la marcha de Guayaquil. No iré solo. Lo haré con mi gente, con mis vecinos, que son, en su mayoría, manabitas como yo. Los manabas no somos ingratos con quien nos abre las puertas, y Guayaquil es eso para mí y mi gente.
2 Por eso, voy a la marcha, porque Guayaquil le da la oportunidad a quien quiere progresar en base al trabajo. Miles de manabitas, orenses, esmeraldeños, nos mezclaremos con los guayaquileños en el bulevar.
3 Saldremos a defender a Guayaquil, sus rentas, sus obras, su autonomía, su deseo de progresar.
4 Si la Marcha de Guayaquil tiene éxito, como estoy convencido, una de las primeras en renunciar debería ser la ministra de Finanzas. En otros Gobiernos, eso sería una lógica. En el presente caso, creo que María Elsa seguirá campante, con el apoyo de Rafico.
5 Y ¿por qué digo que debería renunciar? Simple: siempre se ha negado a reconocer los $192 millones que exige el Municipio de Guayaquil. Y este es el principal reclamo de Guayaquil.
6 La Marcha ha puesto preocupado al Gobierno. No hay minuto que no aproveche para desmentir a Nebot. En los últimos días, Viteri no solo que es entrevistada por radios y canales de televisión del Gobierno, con periodistas incluidos, sino que hizo propaganda, al igual que Nebot, para aclarar que a Guayaquil se le ha dado más de lo que le corresponde (¿?).
7 Un segundo que debe salir es el gobernador Cuero (aclaro, si es que la marcha tiene éxito). Él tampoco aportó para evitar la marcha (más allá de unos cuantos insultos). Inclusive tiene reemplazo: Eduardo Verdesoto, o si este no va, Nico Issa, padre.
8 Cuando Correa habla de que ha entregado dinero a Guayaquil cree que en esta ciudad solo viven guayaquileños. ¡Está equivocado! Las obras de Guayaquil no son para los guayaquileños, son para los ecuatorianos que vivimos en Guayaquil, entre ellos, los guayaquileños.
9 En Guayaquil, hay 2 millones de habitantes, más los 500 mil que trabajan pero no duermen en la ciudad. De esa cifra, al menos el 50% no nació en esta urbe. Pero la quiere como que si hubiese nacido aquí.
10 Además, Guayaquil no se enfrenta con nadie. Aquí no cuestionamos las obras que se hacen en otras ciudades. Tampoco le quitamos las rentas a nadie. Por ahí, alguien dijo que el resto del país ayuda con su generosidad a financiar las obras de la ciudad. Pero se olvida de que aquí, en Guayaquil, vive el 35% de los manabitas (350 mil personas), aparte de orenses, riosenses, esmeraldeños, quiteños y serranos en general.
11 La inteligencia está encarcelada en el Ecuador. Ella no puede manejar el poder político. Son los aduladores y mediocres los que gobiernan el país. Ellos no saben cómo gobernar.
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