Ilumínenos

Oh, Serenísima Majestad, no nos insulte mañana, ilumínenos. Usted, que todo lo ve y todo lo sabe, usted dijo que, cuando el Mono Jojoy dijo lo que dijo, usted no le creía, y cuando dijo que no dijo lo que dijo, usted tampoco le creía. Sin embargo, al mismo tiempo que Su Majestad decía esto, don Fander y don Gustavo El-Jalk entregaban a un Fiscal, que era y no era el de los lentes de oro, unos pedazos de unos diarios del comandante Reyes que salieron misteriosamente de alguna parte de alguna selva, en algún lugar que era y no era y que parece pero que no parece, y que contenían justamente los fragmentos precisos y necesarios para enredar más las cosas que ya estaban enredadas, y que las platas que aquí puse y no aparecen y que les di y no les di y que se mamaron gallo entre todos y todos traicionaron a todos, y a lo mejor esos papeles son falsos y editados como posiblemente se confirmará algún día, y la letra era y no era del comandante y parece y no parece que los amigos del circulo verde se peliaron con los del rosado y que los del rosado quieren y no quieren sacar a los del círculo rojo y que los unos son los más mejores que los otros a los ojos de Su Majestad que parece y no parece que todo lo ve y todo lo sabe.Oh, Serenísima Majestad, ilumínenos y no nos deje en el Limbo, aquel lugar en el que ni sufrimos ni gozamos de la divinidad.
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