Por Editorial Diario El Comercio
La misión de observadores de la Unión Europea ha dado una lección a sus pares -la OEA y el Centro Carter- pues, con seriedad y sin exceder los marcos de sus funciones, ha dejado constancia histórica de sus observaciones al proceso, más que a las votaciones y a los escrutinios.Los observadores europeos detectaron el ‘abuso’ de fondos públicos en la campaña a favor del proyecto de la Constitución; en definitiva, la campaña directa e indirecta del Gobierno por el sí. Incluso, advirtieron sobre el manejo de los medios de comunicación estatales que no garantizaron la imparcialidad. Las observaciones también se extendieron a la publicidad de obras o promoción de proyectos públicos durante la campaña.Los delegados por la Unión Europea han establecido un precedente para futuras situaciones electorales en nuestro país y, en general, para los países en América Latina que experimenten situaciones electorales complejas. Por tanto, mucho más importante que vigilar el día de la votación, es observar con acuciosidad e imparcialidad la ruta de escabrosos procesos. En el caso ecuatoriano, la publicidad y la promoción gubernamental por el sí, así como la donación de bienes, fueron un hecho inconcebible que no debe repetirse. Por el contrario, los organismos internacionales deben promover que en el día de las elecciones funcionen entidades como Participación Ciudadana que se constituyeron en una efectiva veeduría para que los abultados resultados del ‘exit poll’ no se conviertan en resultados reales.Ojalá que estas recomendaciones y no los aplausos diplomáticos sirvan para correcciones o rectificaciones en los próximos comicios a los que tendrá que acudir el pueblo ecuatoriano en los primeres meses del 2009.
Fuente: http://www.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=226196&id_seccion=1
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