S.M. acordó construir un arca a orillas del Río Coca
en las puertas del Yasuní
y que escogería siete parejas, hembra y macho, de aves de los cielos y de bestias de la tierra
para conservación de las especies por 300 años,
como había profetizado en Ambato.
A la puerta del arca, entonces S.M. eliminó aquellas especies
que pensó estaban en extinción o que por su multicolor plumaje hacían demasiada sombra,
que según sus nombres latinos fueron
Ivonis Bakis,
Faustus Gordus,
Vallejus nigrus,
Izus Obandus,
Albertus et Fanderius infantilis.
Comenzó luego a embarcar en el arca otras especies
colocándolas muy cerca de la puerta
entre los guacamayos, armadillos, monos leoncillos y pericos ligeros en sus respectivas jaulas.
Estos fueron
Federico televisivus sumisus,
Fernanda erótica ecológica cantora,
Patinus aeternus fidelis endemicus,
Aguiñaga Marcella chichí,
Tandasus and Yanucelis Petroleum et alia Company,
and Inmaculatus fiscalis.
Despertose S.M. del poco sueño
y en medio de sus insomnios envió c
omo Noé
una paloma a verificar si habían bajado las aguas aceitosas
y si no había alguna conspiración secreta
y se sorprendió
porque los únicos sobrevivientes que quedaron y duraron 300 años
, fueron los descendientes de unos pocos monos aulladores,
de unos tres delfines rosados y unas pocas hormigas
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