QUITO. El dirigente político Patricio Haro mostró un cartel que molestó a partidarios del régimen, pero la plaza lo aplaudió.
**********
"Libertad... libertad... libertad...". Esta palabra coreada por las cerca de quince mil personas que asistieron ayer a la sexta jornada de la feria Jesús del Gran Poder puso la tónica política en el ambiente de la fiesta brava.
Todo comenzó cuando en un receso de la corrida el dirigente político, Crnel. (r) Patricio Haro, del movimiento Justicia y Libertad, exhibió una pancarta que decía "Yo también le declaro persona no grata". El público reaccionó a favor y en contra, pero cuando descubrieron que entre los asistentes estaba el ex subsecretario de Gobierno del régimen, Juan Sebastián Roldán, la gente comenzó a gritar "fuera... fuera... fuera...". Roldán no salió y fue protegido por aficionados y policías.
En una segunda instancia, Haro volvió a exhibir la misma pancarta; esta comenzó a circular por los tendidos, mientras él se descubrió el cuerpo, para mostrar una camiseta con la misma leyenda de la pancarta, entonces el ambiente volvió a encenderse y los aficionados coreaban “democracia, sí; dictadura, no” y “libertad... libertad... libertad...”. Y otra vez se tomaron con Roldán, al grito de “fuera los dictadores”.
Una vez terminada la corrida, se armó el tumulto. Esta vez porque los policías buscaban a Haro para llevarlo preso.
Según versiones de aficionados que no quisieron revelar sus nombres, ellos protegieron a Haro, formaron un cordón humano y pidieron explicaciones a los policías sobre el motivo por el que querían apresarlo. Ellos habían recibido respuestas en el sentido de que el dirigente había escrito malas palabras en la pancarta.
Al escuchar esta explicación, los aficionados estuvieron a punto de perder la cabeza, pero hubo gente que los calmó. Se informó que mientras estas discusiones se realizaban, el público logró camuflar a Haro e impidió que lo llevara la Policía. Hubo aficionados que denunciaron que unos agentes lucían uniformes y otros estaban vestidos de civiles. "Esos son los pesquisas", les decían señalándolos con las manos.
Una vez en las afueras de la plaza, los aficionados descubrieron la presencia de Fabricio Correa, hermano del presidente de la República, Rafael Correa, y se acercaron donde él. "Ñaño, ñaño... te respaldamos", gritaban. “Ñaño, Presidente”, repetían en coro. Fabricio Correa les escuchó y comenzó a bromear con ellos. “No sé qué pasa pero él (Rafael Correa) ya no tiene el apoyo de la Asamblea, de otros sectores...”, dijo cuando un aficionado gritó: “Ni el apoyo de su familia...”. Fabricio Correa festejó la broma de buena gana.
“Me encanta esa caricatura de Bonil que dice: “Sentémonos a dialogar como hermano”. ¿Cómo hermano? ¡Deja nomás!”, dijo y volvió a festejar. La caricatura en referencia fue publicada en este Diario el 1 de octubre del 2009.
Luego de celebrar la broma, sus amigos le dijeron, Fabricio, vamos. Sin embargo, siguió tomándose unas fotos con aficionados que registraban las gráficas en sus celulares.
Más tarde, Fabricio Correa y sus amigos salieron de la plaza de toros ante la alerta de unos diez policías que lo seguían con la mirada a una prudente distancia.
Todo comenzó cuando en un receso de la corrida el dirigente político, Crnel. (r) Patricio Haro, del movimiento Justicia y Libertad, exhibió una pancarta que decía "Yo también le declaro persona no grata". El público reaccionó a favor y en contra, pero cuando descubrieron que entre los asistentes estaba el ex subsecretario de Gobierno del régimen, Juan Sebastián Roldán, la gente comenzó a gritar "fuera... fuera... fuera...". Roldán no salió y fue protegido por aficionados y policías.
En una segunda instancia, Haro volvió a exhibir la misma pancarta; esta comenzó a circular por los tendidos, mientras él se descubrió el cuerpo, para mostrar una camiseta con la misma leyenda de la pancarta, entonces el ambiente volvió a encenderse y los aficionados coreaban “democracia, sí; dictadura, no” y “libertad... libertad... libertad...”. Y otra vez se tomaron con Roldán, al grito de “fuera los dictadores”.
Una vez terminada la corrida, se armó el tumulto. Esta vez porque los policías buscaban a Haro para llevarlo preso.
Según versiones de aficionados que no quisieron revelar sus nombres, ellos protegieron a Haro, formaron un cordón humano y pidieron explicaciones a los policías sobre el motivo por el que querían apresarlo. Ellos habían recibido respuestas en el sentido de que el dirigente había escrito malas palabras en la pancarta.
Al escuchar esta explicación, los aficionados estuvieron a punto de perder la cabeza, pero hubo gente que los calmó. Se informó que mientras estas discusiones se realizaban, el público logró camuflar a Haro e impidió que lo llevara la Policía. Hubo aficionados que denunciaron que unos agentes lucían uniformes y otros estaban vestidos de civiles. "Esos son los pesquisas", les decían señalándolos con las manos.
Una vez en las afueras de la plaza, los aficionados descubrieron la presencia de Fabricio Correa, hermano del presidente de la República, Rafael Correa, y se acercaron donde él. "Ñaño, ñaño... te respaldamos", gritaban. “Ñaño, Presidente”, repetían en coro. Fabricio Correa les escuchó y comenzó a bromear con ellos. “No sé qué pasa pero él (Rafael Correa) ya no tiene el apoyo de la Asamblea, de otros sectores...”, dijo cuando un aficionado gritó: “Ni el apoyo de su familia...”. Fabricio Correa festejó la broma de buena gana.
“Me encanta esa caricatura de Bonil que dice: “Sentémonos a dialogar como hermano”. ¿Cómo hermano? ¡Deja nomás!”, dijo y volvió a festejar. La caricatura en referencia fue publicada en este Diario el 1 de octubre del 2009.
Luego de celebrar la broma, sus amigos le dijeron, Fabricio, vamos. Sin embargo, siguió tomándose unas fotos con aficionados que registraban las gráficas en sus celulares.
Más tarde, Fabricio Correa y sus amigos salieron de la plaza de toros ante la alerta de unos diez policías que lo seguían con la mirada a una prudente distancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario