Don Carlos Marx Carrasco, escribió que no era la conciencia la que determinaba la realidad sino la realidad la que movía la conciencia. El menudo pensador tenía la razón. Ante la crisis de Wall Street, es mejor estarse quietitos, porque según aquello, de que el que se va de Quito, pierde su banquito y su sueldito... Los jóvenes integrantes de la tremenda corte, han vuelto a su redil rapidito por solidaridad, con los que no quieren la tómbola, cuando los conjueces, aquellos, jóvenes también, están dispuestos a ofrendarse por la patria aunque sea por unos mesecitos más de $8 000, mensuales, antes de pasar a sus ocupaciones o desocupaciones privadas. Y el gran Corcho, lo sabe y Don Virgilio Hernández, también, cuando ha declarado que "paga por ver" si se van o se quedan o si quieren irse o si quieren sortearse según eso del lobo un pelo, aunque mejor sería en estos tiempos someterse a la ruleta rusa, como va a acontecer. Sabios como se han vuelto por los aires absolutistas de Montecristi, el Gran Corcho, aplicará la misma teoría y la tómbola con sus Asambleístas. Los jugosos suelditos, las dietitas, viáticos, y demás prestaciones, hace que los 130 se peleen para ver cuales servirán mejor a la patria, es decir aquellos que, abandonando su entorno familiar, vendrán a sufrir a esta ciudad contaminada, sin restaurantes, lejos de sus seres queridos y sus difuntos..
El Antiàcido, humor polìtico
VIERNES, 03 DE OCTUBRE DE 2008
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