sábado, 5 de abril de 2008

Operativo policial

Cartas de los lectores
Por los medios de comunicación me he enterado que al ciudadano Fabricio Correa Delgado lo asaltaron al pie de su casa en el barrio Los Olivos en Guayaquil.
En el atraco los asaltantes le robaron el equipaje, efectos personales y su vehículo, a las seis de la mañana. Como es natural, se comunicó con sus familiares y amigos en capacidad de auxiliarlo inmediatamente. Su hermano menor es el Presidente del Ecuador, y gracias al auxilio de este, a las siete de la mañana se montó un operativo por aire y tierra, en el que la Policía Nacional –obviando su necesario cambio de guardia matinal– encontró a las ocho de la mañana el vehículo de Fabricio Correa, a unas cuatro o cinco cuadras de la casa del asaltado. Desgracia con felicidad. Bien por Fabricio Correa Delgado y la presta Policía Nacional que acudió en eficaz socorro sin importarle el cansancio de sus largas guardias nocturnas. Todo sea por servir al ciudadano.
El 28 de diciembre del 2007, Francisco Franco Suárez fue asaltado en la ciudadela La Atarazana. También le sustrajeron, a mano armada, efectos personales, incluido el vehículo que conducía. A pesar de llamar insistentemente, la Policía Nacional nunca contestó sus llamados de auxilio luego del atraco. Pasaron más de 20 días y por búsqueda organizada por familiares y amigos, el ciudadano Franco Suárez encontró su carro por el Guasmo sur, sin apoyo de la Policía Nacional. Desgracia con felicidad. Mal por Francisco Franco Suárez, a quien como no es hermano del economista Correa Delgado, no le montaron operativos por aire y tierra para localizar sus pertenencias.
Es notorio que a pesar de vivir en cambios de época, o en épocas de cambios, en Ecuador existen todavía bautizos que sin padrinos no se realizan. Señor Rafael Correa Delgado, ¿cuándo comienza la revolución ciudadana, por favor?
Francisco V. Franco Suárez,Guayaquil
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Me quedo maravillado de la prontitud y medios de los que dispone la familia del Presidente a la hora de sufrir un percance de los cientos que se cometen por días.
Qué despliegue de fuerzas¡ ¡Qué eficientes medidas de búsqueda para dar con los delincuentes! Daría gusto pensar que para todos los delitos que se cometen, las fuerzas del orden emplearan tanto celo. Si todos son iguales ante la ley, ¿por qué el hermano del Presidente es más desigual que otros ciudadanos?
Un amigo murió acribillado en la puerta de su casa y al dolor de sus padres por su pérdida, se suma el de no saber quién lo mató. Se sabe la frecuencia con que estos hechos ocurren, pero las pruebas de balística no entran en vigor en Ecuador, ni las búsquedas activas de los que cometen a diario asesinatos, robos..., ¡pero si estos se producen con familiares de alto rango, las cosas cambian!
Desearía que contabilizaran los gastos de dicha acción y le descontaran al Presidente en su nómina mensual esa suma. Que esto sirva para esclarecer otros casos aún peores.
Miguel Fernández,Almería, España
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Es grato observar la eficiencia con la cual la Policía montó un operativo para recuperar el vehículo robado al hermano.
¿Es ese el mismo proceder de las instituciones ante otros delitos o robos de humildes que suceden a diario en Guayaquil?
El hermano, como cualquier ciudadano, merece auxilio de la Policía Nacional, pero desviar la atención de todos los destacamentos de seguridad de Guayaquil para un único caso sin riesgo de pérdidas humanas, parece un absurdo y abuso de autoridad.
Sin duda el costo del operativo por el número de gendarmes usados, la operación de helicóptero, telecomunicaciones, etcétera, excedió la posible pérdida máxima de un carro “pelucón” asegurado y con sistema de rastreo.
Este tipo de excesos de poder merma la confianza en gobernantes que disponen de los recursos nacionales a su conveniencia. Ojalá el robo alerte al “emperador” a dar más protección a la ciudad, pues como ya experimentó en carne propia, la delincuencia sigue sin control.
Freddy Salvatierra, Chicago, EE.UU.
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