sábado, 5 de abril de 2008

La reputación como excusa

Manuel Ignacio Gómez Lecaro
Rafael Correa subió al poder con una aureola de rectitud en la cabeza. Hoy se mantiene, en gran medida, esa percepción de que este es un gobierno honesto. Y el Presidente utiliza esa buena reputación para evadir su deber de aclarar los actuales escándalos y las fuertes acusaciones en su contra.
El argumento del Gobierno, y en particular del Presidente, ante cualquier acusación de corrupción, es siempre el mismo. Basta decir “somos gente honesta” para que todo quede supuestamente aclarado. Y si el acto de corrupción es evidente, entonces el argumento cambia a “eso es normal, no es corrupción”. Y listo, no se diga más.
Esto ocurrió con los Pativideos
...
Ocurre hoy, cuando respetados medios de comunicación internacionales y funcionarios colombianos acusan al gobierno de Correa de haber recibido fondos de las FARC para su campaña electoral.
...
Y ocurre con el escandaloso aporte mensual “voluntario” que varias instituciones del Estado cobran a sus empleados para financiar al partido de Gobierno
...
Por lo visto, para este Gobierno nada es malo porque todo lo hacen con buenas intenciones e infinito amor por el país. ¿O será mejor decir por PAIS?
...
La percepción de honestidad de Correa no borra las acusaciones en su contra y los actos deshonestos de su gobierno
...
No basta que nos digan que el Gobierno está lleno de gente honesta e inocente para ignorar cualquier acusación. La buena reputación no es excusa. Y sin explicaciones la irán perdiendo.
...

No hay comentarios: