sábado, 23 de febrero de 2008

Manotazos de ahogado

Pedro X.Valverde Rivera
Hace algún tiempo y en reiteradas ocasiones desde esta columna hemos cuestionado los procedimientos de la actual directiva de la Federación Ecuatoriana de Fútbol.Primero respecto de la supuesta categoría de institución dizque “privada” en cuanto a rendir cuentas del manejo de los fondos, pero pública para representar al Ecuador en certámenes oficiales de fútbol y para lucrar con la comercialización de los colores del país así como con los derechos de televisión y entradas para los partidos de las eliminatorias, todo ello a costa de los casi trece millones de ecuatorianos sin los cuales la referida Federación no tendría fondos para pagar los importantes sueldos a sus funcionarios, ni sus inmejorables y lujosos viajes por todo el mundo a nombre del Ecuador.Después, por la ridícula posición en relación a que la prohibición de la FIFA para que los partidos de las eliminatorias no se jueguen en Quito era casi un atentado contra la soberanía nacional; solo les faltó decir: “…ni un paso atrás…”.Pero todos los cuestionamientos que de diversos sectores se han hecho a la forma de administrar los recursos de la Federación y en general, a la manera poco democrática y politiquera con que se habría manejado dicha institución, quedaron sepultados por la fuerza de las dos clasificaciones al Campeonato mundial de fútbol en los años 2002 y 2006.Chiriboga sabe muy bien que su continuidad al mando de la Ecuafútbol depende de la clasificación al Mundial.Por ello cortó la cabeza de Suárez ante los resultados negativos iniciales, sin reparar que no era él el responsable sino la tozudez de jugar en la altura a pesar de que la mayoría del equipo ya no estaría aclimatado a ella de modo que ya no podrían sacarle el mismo provecho que en las eliminatorias anteriores.Por ello no quiso experimentar contratando a un técnico de experiencia y buena reputación porque seguramente este le repetiría lo mismo que gran parte de los entendidos en la materia lo han dicho hasta el cansancio.Por ello ahora, poniendo en vergüenza al Ecuador, han resuelto ir a “rogarle” a un malcriado que ha tenido frases groseras contra la prensa ecuatoriana y nada más y nada menos que contra el vicepresidente de la mismísima Federación, para que nos haga el “honor” de dirigir a la Selección nacional.En situaciones normales, un directorio de verdad, consciente de lo que representan, hubiera no solo desechado la opción de contratar al tal Bolillo sino además, resuelto de forma unánime rechazar las expresiones de este ciudadano extranjero y solidarizarse con el “compañero” vicepresidente.En situaciones normales, digo yo; pero, ante la inminente eliminación de la Selección nacional del próximo Mundial y con ello la posibilidad de que se pierda el control de tan importante institución, lo que significaría no solo dejar los sueldazos, el poder y los viajes sino, además, que terceros nuevos pudieren revisar y auditar el manejo de las finanzas de la institución, primó buscar al “salvador” a ver si hace el milagrito.Pero ya es irreversible, los días están contados y estos son solo (como se dice en el argot popular) manotazos de ahogado; crónica de una muerte anunciada, final de la historia.La nueva dirigencia debe prepararse para asumir el reto.

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