Alfonso Oramas Gross
En días pasados, el Presidente de la República sugirió que se ha iniciado toda una estrategia destinada a respaldar la posibilidad del No en el referéndum aprobatorio que se debe dar a mediados de este año y en el cual, el pueblo decidirá si aprueba o no el nuevo texto constitucional discutido y presentado por la Asamblea Constituyente.Bajo esa perspectiva, podría presumirse que cualquier pensamiento contrario, cualquier posición que no vaya de acuerdo con las tesis oficiales, serán vistos a partir de ahora bajo la creencia de que forman parte de esa estrategia relacionada con el apoyo al No en el próximo referéndum. Sería esa una tesis equivocada y sesgada de la que debe alejarse claramente el Gobierno, pues de lo contrario sería admitir la posibilidad de una manipulación, pero en esta ocasión a favor del Sí, lo cual también resultaría evidentemente improcedente.Ahora bien, el Gobierno está en su legítimo derecho de ir diseñando también su estrategia respecto de lo que puede ser una dura campaña entre el Sí y el No, con mayor razón si se ha sostenido con vehemencia que la aprobación de la Constitución que presentará la Asamblea forma parte integral del proceso político que apoya el régimen. En ese sentido, puede interpretarse que el Gobierno necesita ir alistando sus mejores recursos a favor del Sí, especialmente si se toma en cuenta la consideración antes mencionada, por lo que es sencillo pronosticar que el mercadeo político tendrá un efecto decisivo al momento de marcar los pasos del Gobierno en los meses por venir.Sin embargo, creo que sería importante sugerir al régimen que tome en cuenta lo ocurrido recientemente en Venezuela con el rechazo al proyecto de reformas constitucionales impulsado por Hugo Chávez. Resulta válido preguntarse hasta qué punto es políticamente conveniente para un régimen, el adueñarse totalmente de una propuesta de reforma constitucional, con el riesgo, no solo de que pierda sino que aun triunfando en el referéndum, lo haga por un margen pequeño que reste sustento a la legitimidad de un cambio tan promocionado por el Gobierno. En otras palabras, ¿qué ocurriría si triunfa el No en el próximo referéndum? Paradójicamente, hay quienes piensan que la labor del Gobierno será mucho más efectiva si es que se llega a dar esa posibilidad
Diario El Universo, Opiniòn
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