domingo, 22 de junio de 2008

¿Dónde están los durmientes?

Francisco Febres Cordero
Cuando, con ilusión, todos esperábamos la llegada del 25 de junio para que la revolución ciudadana entrara sobre rieles, ahora resulta que habrá que esperar.
Y por qué? me preguntarán ustedes. Y yo les responderé que por falta de durmientes. Lo cierto es que el Correa ofreció que el ferrocarril volvería a ser de todos cuando se cumplieran los cien años de su existencia, para lo cual preparaba un magno acontecimiento, con un programa que comprendía los siguientes números:
1.- Desfilación hasta Ciudad Alfaro portando el frasco de cristal transparente que guarda el humo de la primera locomotora, que será depositado junto a la urna con las cenizas del Viejo Luchador. 2.- Implantación de la gorra de brequero en la cabeza del Primer Mandatario, acto que se cumpliría en la estación de Chimbacalle, que ahora ya es de todos. 3.- Estreno de la canción Viva la Nariz del Diablo (son montuno), con letra del poeta Javier Ponce y música del músico Galo Mora, y el acompañamiento de Vinicio Alvarado en las congas, batería, guitarra eléctrica, percusión, peinilla, huiro, órgano, trombón y trompeta; Ricardo Patiño en los altos y Alberto Acosta en los bajos. 4.- Reunión del gabinete itinerante en el tramo Sibambe-San Lorenzo y posterior expedición del mandato por medio del cual se cambia la denominación de los vagones por el de trabajones. 5.- Disertación de la asambleísta Diana Acosta sobre los derechos inalienables de las locomotoras a carbón para su disfrute con otros combustibles como la gasolina, el diésel e, incluso, la electricidad aplicada en los tensores. 6.- Número alegórico del descarrilamiento de Pachakutic, a la altura de Huigra. 7.- Permisión total de ingreso a los vendedores ambulantes en todas las estaciones y degustación in situ de huevos duros, cuyes, empanadas, jugos y papas con cuero, por parte de los ministros. 8.- Presentación del coro integrado por profesores del primer mandatario con el valsecito criollo Recuerdos de la culona y el pasacalle Nostalgia de la tetona, y posesión como maquinistas. 9.- Solo de lanzación de bombas lacrimógenas contra los ferrocarrileros protestones, a cargo de Fernando Bustamante, ministro de Gobierno. 10.- Cortometraje de la asambleísta Tania Hermida sobre el cambio del símbolo del tren, totalmente obsoleto y foráneo, por el de un chasqui impulsado a vapor, propio de nuestra cultura.
Chuta, pero cuando ya todo estaba listo para tan solemne ceremonia, resulta que nuay tren. Elé. Jodidos. Y, entonces, volvemos al principio: ¿Y por qué nuay tren? Pues porque nuay durmientes.
Razón se cabrió el Correa que, como es hiperactivo, nervioso, furioso, insultón y, encima, totalmente indurmiente, le despertó a la madrugada al gerente de los Ferrocarriles para que renunciara, porque fue incapaz de darse una vueltita el Ministerio de Transporte y Obras Públicas donde está la mayor cantidad de durmientes por centímetro cuadrado, todos con mentes indesperezadas y corazones hibernantes, con los cuales hubiéramos podido completar las rieles para que el tren de la revolución entrara facilito al siglo XXI.
Qué descarrilamiento que siento!
¡Y qué iras!

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