Por Carlos Vera Rodríguez
Sí. Han tenido casi un año para eso. Y ahora se les ocurre a varios proponerle al Ejecutivo una comisión de ‘independientes’, sin figuras de la oposición y del Gobierno (¡no faltaba más!) que de una vez por todas eche luz sobre Angostura, sus antecedentes e implicaciones.
¿Correa? Feliz, por supuesto. Los proponentes mismos –como si fueran partidarios o despistados e ingenuos, no sé qué es peor, a guisa de resultar patriotas- le dan una salida al Presidente cuando estaba encerrado, sitiado por sus propias palabras, moroso de su espontánea oferta en República Dominicana, pues allí hace un año prometió crear una comisión solo con la oposición para investigar hasta dónde llegaban los vínculos del Gobierno con las FARC.
Lo olvidaron? ¡Y se les ocurre hasta reglamentar que en esa comisión sus miembros los escoge el Presidente! Sí; así. Textualmente. ¿Qué clase de oposición es esa? ¡No salgan ahora con que hacer otra cosa es hacerle el juego a Uribe o atentar contra la imagen y dignidad del Ecuador!
Mucho antes que Correa, yo denuncié el desprecio de Uribe a nuestro país; evidencié sus métodos antidemocráticos y califiqué sus ínfulas de reyezuelo, además de su pasado cuestionable y vínculos obscuros.
Atenta contra el país esta alcahuetería de permitirle a Correa decidir quién lo fiscalizará y el consabido llamado a sectores sociales para enviar una terna. ¡Con esa clase de opositores no hacen falta partidarios! Es que la oposición, como un fiscal, no es imparcial, parte de una premisa pero en el camino eso no puede convertirla en una camisa de fuerza.
Si lo hace, si se prejuicia, si se fanatiza, pierden valor las evidencias con que cuenta y los indicios sobre los cuales sospecha. Al fiscalizar, la oposición parte de una línea contraria al fiscalizado pero ceñida a la realidad
De allí el valor de su informe inculpatorio, si llega a basarse en hechos, documentos, testimonios, versiones e incluso deducciones si éstas devienen lógicas, o por lo menos, probables
No se atreven los opositores a constituirse en la célebre comisión de la verdad, tomándole la palabra a Correa, para pedirle cuentas a él y su gobierno. Que necesitan fondos del Ministerio de Finanzas… ¡Por Dios! Lo que necesitan es tiempo + inteligencia – miedo para armar las piezas del rompecabezas sueltas por todas partes. ¡No pretendan ser autónomos si le mendigan rentas a María Elsa Viteri!
Pero no se constituyen. Algunos pretextan que una comisión entierra cualquier tema; otros, asustados, compraron la idea de que si nada encuentran, ellos serán los enjuiciados. Eso busca Correa. No faltarán ciudadanos cándidos, llenos de civismo para hacer el juego. Y preguntan todavía ¿por qué los candidatos de oposición juntos no reúnen la mitad de los votos del Jefe de todos los poderes del Estado?, según se proclamó él… Dan pena.
Fuente: http://www.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=262693&id_seccion=1
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