Por César Coronel Garcés
Hoy, una vez que hemos regresado de un largo feriado, espero que todos hayan podido tener un descanso reparador y que hayamos olvidado, aunque sea por unos días, los graves problemas de este país. Sobre lo de descansar y disfrutar, debo ser realista; estoy seguro de que muchas personas que, hasta hace dos años, disfrutaban de un paseo familiar por los días de asueto no lo habrán podido hacer esta ocasión por la falta de dinero -a consecuencia del desempleo- que, sin duda, a todos nos complicó los planes. Al terminar la semana pasada, antes de entrar al feriado, nos enteramos por los medios de comunicación que fueron detenidos en Guayaquil dos dirigentes representantes de la Nueva Junta Cívica, acusados de separatismo al declarar "persona no grata" para los guayaquileños al presidente Correa a través de unos letreros.Resulta injusto mandar a la prisión a personas que lo único que han hecho es ejercer su libertad de expresión; que yo sepa, ellos no destruyeron propiedad pública o privada, no tienen vínculos con terroristas ni narcotraficantes ni tampoco se les ha demostrado indicios de corrupción, son ciudadanos como ustedes y yo, que tenemos derecho a expresarnos, ¿o no? La única razón por la cual estas dos personas fueron detenidas es para que usted y yo tengamos miedo de hacer algo parecido, miedo de atrevernos a alzar nuestra voz; ellos nos quieren callar no solo con la nueva Ley de Comunicación, que ya está empezando a aprobarse para ponernos mordazas a quienes pensamos distinto, sino que pretenden además llenar las cárceles con nosotros.Ahora bien, analicemos esta resolución que ha tomado el grupo de ciudadanos que forman la Nueva Junta Cívica: ¿dejaría usted entrar a su casa a alguien ha pretendido a toda costa dividirnos?, ¿dejaría usted entrar a su casa a alguien que odia a su familia?, ¿dejaría usted entrar a su casa a alguien que insulta y ofende a sus hermanos? y, finalmente, le pregunto: ¿dejaría entrar a su casa a alguien que, en reiteradas ocasiones, ha intentado destruir lo que con mucho esfuerzo le ha tocado conseguir y, en varias ocasiones, lo ha conseguido? Declarar "persona no grata" para mi ciudad a una persona que ofende, insulta, divide, intenta destruir y ha traicionado al lugar donde nació, sin duda alguna, es más que necesario, yo diría que es un clamor de los verdaderos madera de guerrero; si no, pregunte en cualquier avenida, barrio, calle o esquina de esta ciudad. Es más, esta iniciativa que ha nacido desde la ciudadanía deberían replicarla el Concejo Cantonal y varias otras instituciones como las universidades,gremios y, sobre todo, la juventud huancavilca.
No se trata de separatismo ni de odio, es básicamente identificar a quienes quieren destruir el progreso que, con mucho esfuerzo, aquí hemos logrado, y resulta mucho más lamentable que la persona que dirige este proceso haya nacido aquí.
Guayaquil ha sobrevivido a los incendios, a los piratas, a las pestes y ha vencido una serie de obstáculos a través de su historia; los guayaquileños nunca hemos sido amordazados y no dejaremos que ni por un minuto se apague la llama de la libertad. A pesar del cuentero no grato y del temor que pretende sembrar, tenemos que seguir defendiendo nuestra libertad, sin odio, venciendo el miedo y sin violencia.
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