Que ayer concluyó la campaña electoral más aburrida y más desequilibrada que se recuerde desde cuando se reinaguró en el país la democracia, en 1979.
Que fue una campaña sin debate de propuestas y con abundantes cuñas publicitarias.
Que el Consejo Nacional Electoral mostró una debilidad complaciente a favor del Gobierno.
Que se portó dubitativo y temeroso: al inicio, Omar dio a entender que se suspenderían las cadenas sabatinas; después, reculó y cambio de opinión.
Que han sido ciegos, sordos y mudos ante la disparidadad generada por la publicidad oficial.
Que esa actitud ha acrecentado las dudas sobre la imparcialidad e independencia del organismo electoral.
Acuerda:
Acuerda:
Colgar en el pecho de Simon, para todo el CNE, condecoración a la Orden del Alegre Aburrido, en el grado de Chirle Obsecuencia.
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