llegó con retraso el día de San Valentín:
se lo celebró solo hace una semana.
Fue Día del Amor y la Amistad entre el Gobierno y los banqueros.
Y el Rafico declaró que la reunión fue fructífera.
Que solo se había dado al cabo de más de dos años porque era la primera vez que le pedían de forma oficial.
Y les puso como buen ejemplo al Blasco, de la Cámara de Comercio, de Quito que, según el Rafico, anda diciendo que en Carondelet no les reciben.
Es muy fácil pasar del odio al amor, y lo es mucho más al amparo de San Valentín y cuando la crisis económica le pone al Gobierno las cosas color de hormiga.
Así que el Rafico dijo que por lo menos en 80% de los planteamientos de los banqueros estaban de acuerdo.
Y que no hacía falta caerse bien para conversar, y que algunos pelucones banqueros le caían como una patada al hígado.
El Pozo le quiso impresionar, pero él no se dejó.
Con el Pacharaco sí se asustó, pero no por las propuestas, sino porque le veía con ojos de pacharaco mismo.
El descubrimiento de la reunión pelucona es una marravilla: a estas alturas, el Rafico comprende que el país necesita un sistema financiero sólido y confiable y que los banqueros necesitan un Gobierno estable.
Happy Valentin"s Day, atrasado.
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