El
Presidente Correa rompe un ejemplar del diario La Hora durante un acto
en Cotacachi. Correa ha adoptado una actitud agresiva contra la prensa.
(El Universo)
Al interrumpir
programas de noticias en medios privados para imponer el punto de vista oficial,
promover medidas legales restrictivas, lanzar campañas de desprestigio contra
los críticos y enjuiciar a periodistas por difamación, la administración de
Rafael Correa ha conducido a Ecuador a una etapa de represión generalizada. Un informe especial del CPJ, por Carlos
Lauría
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Publicado el 1 de septiembre de 2011
QUITO, Ecuador
Jeanette Hinostroza,
una periodista crítica del Presidente Rafael Correa que conduce el programa de
noticias "30 Plus" en la cadena Teleamazonas, supo que tenía más elementos para sus comentarios cuando se enteró en
abril que una mujer había sido acusada de faltar el respeto al líder
ecuatoriano, actualmente en su segundo mandato. Hinostroza explicó a su
audiencia que Correa se había excedido en su autoridad y en una actitud
intolerante no acorde con su investidura ordenó la detención de la mujer
basándose en lo que consideró un gesto insultante.
No pasó mucho tiempo
antes de que Correa, un mandatario que con regularidad describe a los
periodistas como "ignorantes" y "mentirosos", concentrara su atención en
Hinostroza. Al día siguiente, la administración ordenó a Teleamazonas a
interrumpir el programa de Hinostroza durante diez minutos para emitir una
cadena, en la cual el gobierno emitió una respuesta dura y personalizada
cuestionando la ética laboral de la conductora. El sábado, durante su habitual
enlace ciudadano, Correa hizo referencia a la capacidad de Hinostroza,
burlándose de la conductora, a quien describió como "la coloradita", y
señalando que no había que prestarle atención. Teleamazonas, una televisora privada de
Quito que critica con dureza las políticas del gobierno, se convirtió en uno de
los blancos favoritos de las autoridades ecuatorianas y sus transmisiones
fueron suspendidas durante tres días en 2009 por una nota que investigaba el efecto que la
exploración de gas natural tendría sobre la industria pesquera local. Pero
Teleamazonas no es el único medio de comunicación víctima de ataques
oficiales.
Correa, un economista
de izquierda de 48 años de edad, es intolerante ante las críticas en los medios
y en menos de cinco años ha transformado a Ecuador en uno de los países más
restrictivos para la prensa en el hemisferio. Con la promesa de conducir una
"revolución ciudadana" que fomentaría el crecimiento a partir de los recursos
naturales del país, Correa asumió en enero de 2007 con un apoyo importante de
los medios tradicionales. Pero pronto, al declarar que lucharía contra lo que
él ha descrito como la elite corrupta de Ecuador, Correa adoptó una actitud de
confrontación agresiva contra la prensa que está amenazando el derecho
internacionalmente reconocido de todos los ciudadanos a la libertad de
expresión.
Como en el caso de
Hinostroza, la administración de Correa ha obligado en reiteradas ocasiones a
emisoras de radio y televisión a interrumpir su programación para poner al aire
largas réplicas oficiales que refutan comentarios críticos, suplantando así
puntos de vista independientes con la posición del gobierno. En cientos de
otras oportunidades, el gobierno ha interrumpido la programación en radio y
televisión para emitir cadenas presidenciales que, si bien tradicionalmente se
han utilizado para transmitir información en tiempos de crisis, durante la
gestión de Correa se han transformado en un foro de confrontación política.
Este reemplazo impuesto oficialmente es parte de un registro alarmante de
censura y acoso contra la prensa que incluye el uso de leyes de difamación para
silenciar a los críticos, campañas de desprestigio para desacreditarlos, y
medidas aprobadas en una consulta popular con el objetivo de regular el
contenido de los medios y su propiedad, según un informe especial del Comité
para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). Al mismo
tiempo, el gobierno ha erigido uno de los más ambiciosos aparatos de medios
estatales en la región, un conglomerado de unas 15 emisoras de radio y
televisión y medios impresos, que sirven principalmente como un megáfono
presidencial.
Altos funcionarios de
su administración no han respondido a los pedidos del CPJ de reunirse con sus
representantes durante una misión de investigación en abril, y tampoco han contestado
solicitudes posteriores para efectuar comentarios.
Juicios de difamación como herramientas de represalia
Continùa en,
http://www.cpj.org/es/2011/09/ecuador-bajo-correa-confrontacion-y-represion.php#
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