¿Cómo desbaratar un país en 10 pasos?
1) Elijamos un presidente carismático que nos prometa que todo va a cambiar (todo lo anterior es malo), y nos pinte un país de cuento de hadas donde ni la Cenicienta ha vivido.
2) Démosle todos los poderes, o que se los tome. El mantenernos sin actuar también es darle patente de corso.
3) Quedémonos callados o mejor aún, bajemos la cabeza cuando en repetidas cadenas que nos someten o en sabatinas, se agreda inmisericordemente a todo aquel que no piensa ni actúa como él desearía.
4) Jamás dudemos de corazones ardientes.
5) La fiscalización aquí no cabe ya que la “figura de corrupción” en los del siglo XXI no existe, estas prácticas eran parte de la partidocracia en la “larga noche neoliberal”.
6) Dividamos al pueblo, marquemos las diferencias, hagamos aflorar los resentimientos, esta es la mejor estrategia.
7) Callemos a la prensa, esta es nuestra enemiga. Claro nos servimos de ella para llegar al poder; ahora no nos sirve, estorba, hurga donde nos desagrada, son enemigos.
8) El fin justifica los medios, llegado el momento tenemos que llegar a ciertos acuerdos programáticos de largo plazo, entiéndase “prebendas”, lo que antes era malo ahora se justifica con nombres rimbombantes.
9) Sigamos despilfarrando, creando más dependencias inoperantes, sigamos endeudándonos, total, los que tendrán que pagar tanta demagogia será el pueblo.
10) Rodéese de asesores que solo le indican lo inteligente, magnánimo, etcétera, que es.
Estas son las maneras perfectas para dejarnos en soletas, lo difícil es gobernar.
Jorge Luna Jijón,
Guayaquil
1) Elijamos un presidente carismático que nos prometa que todo va a cambiar (todo lo anterior es malo), y nos pinte un país de cuento de hadas donde ni la Cenicienta ha vivido.
2) Démosle todos los poderes, o que se los tome. El mantenernos sin actuar también es darle patente de corso.
3) Quedémonos callados o mejor aún, bajemos la cabeza cuando en repetidas cadenas que nos someten o en sabatinas, se agreda inmisericordemente a todo aquel que no piensa ni actúa como él desearía.
4) Jamás dudemos de corazones ardientes.
5) La fiscalización aquí no cabe ya que la “figura de corrupción” en los del siglo XXI no existe, estas prácticas eran parte de la partidocracia en la “larga noche neoliberal”.
6) Dividamos al pueblo, marquemos las diferencias, hagamos aflorar los resentimientos, esta es la mejor estrategia.
7) Callemos a la prensa, esta es nuestra enemiga. Claro nos servimos de ella para llegar al poder; ahora no nos sirve, estorba, hurga donde nos desagrada, son enemigos.
8) El fin justifica los medios, llegado el momento tenemos que llegar a ciertos acuerdos programáticos de largo plazo, entiéndase “prebendas”, lo que antes era malo ahora se justifica con nombres rimbombantes.
9) Sigamos despilfarrando, creando más dependencias inoperantes, sigamos endeudándonos, total, los que tendrán que pagar tanta demagogia será el pueblo.
10) Rodéese de asesores que solo le indican lo inteligente, magnánimo, etcétera, que es.
Estas son las maneras perfectas para dejarnos en soletas, lo difícil es gobernar.
Jorge Luna Jijón,
Guayaquil
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