miércoles, 6 de febrero de 2008

¿Y en què quedamos?

¿Es o no es? Mucho bla, bla, y nada concreto.
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ENTREVISTA
“La autonomía de las élites es falsa
”Fander Falconí Secretario de Planificación y Desarrollo
Rubén Darío Buitrón
La Senplades fue un blanco del alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, en su discurso en la marcha del pasado 24 de enero. Nebot atacó a la Secretaría Nacional de Planificación porque, supuestamente, esta tiene entre sus planes segmentar a la ciudad en pequeños municipios. La Secretaría ha negado rotundamente la existencia de dicho plan, pero el Alcalde ha seguido usando la información aparecida en un diario local.
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La Senplades está en la mira de los líderes políticos guayaquileños. Satanizada, vista como el ente encargado de diseñar las políticas regionales, tachada de centralista y retrógrada.En el edificio de la Corporación Financiera Nacional, en Quito, piso ocho, está la sede. Ahí, en una sencilla oficina, encontramos a Fander Falconí. El secretario del organismo está considerado por el Presidente de la República como una de las dos principales columnas en la que descansa el proyecto de la revolución ciudadana.
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¿Cuando usted habla de desconcentración y descentralización habla de evitar un proceso autonómico en el país?
Por el contrario. La propuesta tiende, en el tiempo, a la posibilidad de llegar a las autonomías. Hemos sido bastante claros en que ese proceso autonómico tiene que ser consensuado y debe basarse en una filosofía de mantener la unidad del país y no su disolución, como están proponiendo determinadas élites separatistas.
Pero el discurso del Presidente de la República parece ir en sentido contrario. El Mandatario ataca estructuras locales que han dado resultado en ciudades como Quito y Guayaquil...
Yo creo que está en la misma línea. Primero, existe un claro agotamiento del modelo centralista. Segundo, hay un fracaso del proceso desconcentrador. Tercero, existe una división caótica del país. Cuarto, hay un evidente bicentralismo que ha concentrado los recursos y el poder en dos polos en perjuicio de las demás regiones del país.
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¿De qué proyectos de ciudad grande está hablando el presidente Correa cuando habla de siete regiones y dos ciudades fuertes como Quito y Guayaquil?
Estamos pensando en un gobierno fuerte, pero también en organismos seccionales y autonómicos sumamente fuertes. Eso supone desencadenar un nuevo proceso de desconcentración y descentralización, fortalecer las capacidades efectivas de planificación de los municipios que ahora no lo tienen, racionalizar el uso de recursos fiscales, y armar una propuesta de autonomías que nosotros apoyamos.
Ahí hay algo que no entiendo. Si usted dijo al principio que el Estado centralista ha fracasado, ¿por qué plantea ahora volver a un Estado central fuerte que, de nuevo, se convierta en un aparato burocrático pesado e ineficiente que no da resultado?
No hay contradicción. Por un lado se necesita la fórmula de gobiernos seccionales fuertes, con enorme capacidad de gestión local, pero por otro lado se necesita recuperar las capacidades efectivas de funcionalidad del Estado. En este momento tenemos un Estado secuestrado por los grupos de poder y los intereses corporativistas, que son diversos y numerosos.
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La entrevista completa en:

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