http://www.lahora.com.ec/index.php/secciones/show/Caricatura/80/-1/Caricatura.html
Textuales
sábado, 20 de junio de 2015
miércoles, 17 de junio de 2015
Correa ancla su popularidad en el odio
Ramiro Aguilar, asambleísta nacional independiente, mira a Quito desde la terraza del edificio donde tiene su oficina particular.
Ramiro Aguilar: Correa quiere anclar su popularidad en el odio
"El sentido de los dos proyectos de impuestos es tratar de anclar su popularidad, que es lo que ha hecho en estos ocho años, sobre la base del rencor y del odio entre los ecuatorianos: los pobres deben odiar a los ricos, los correístas deben odiar a los que no son correístas, los pelucones deben ser odiados por el pueblo, los bolivarianos tienen que odiar a los de la bancocracia; es esa lógica de partir el mundo en dos, en buenos y malos".
16 de junio del 2015
REDACCIÓN PLAN V
Ramiro Aguilar
Asambleísta nacional. Doctor en Jurisprudencia y especialista en Derecho Penal. Hincha de la Liga de Quito.
Esta entrevista fue realizada dos días antes de que el presidente retire "temporalmente" los proyectos de ley de impuestos a la herencia y de la plusvalía. Sin embargo, el tema rebasa lo coyuntural para centrarse en los principios que motivaron el envío de estos proyectos y en el análisis de sus impactos.
¿Cómo evalúa al gobierno en este vaiven?
Es un gobierno que ya perdió el norte político. Y cualquier cosa puede pasar, es decir que puede tomar cualquier medida disparatada.
¿Cuál es la lógica detrás de estas medidas de la ley de la herencia y la plusvalía? ¿Se trata de redistribución o es un canto de sirena más?
Es una tontería conceptual. Yo soy firme partidario de la redistribución de la riqueza, además lo he hecho: a lo largo de más de 25 años de trabajo he redistribuido el capital que he generado pagando puntual y cumplidamente el impuesto a la renta, creando fuentes de trabajo, pagando salarios decentes a toda la gente que ha trabajado conmigo con n alto nivel de estabilidad. La riqueza se redistribuye a través del impuesto a la renta, que es el más progresivo de los impuestos y por progresivo justo: el que más tiene más paga y el que que menos tiene menos paga. Esto para que el Estado provea de mejores servicios, porque no siempre en sociedades como la nuestra, donde hay un Estado deficitario el que paga más impuestos accede a mejores servicios ni termina consumiendo los servicios públicos. Y el impuesto que tiene más impacto en término de recaudación es el Iva, que pagamos todos por igual independientemente de lo que ganemos.
El impuesto a la herencia, que según el propio gobierno no tiene objetivo recaudatorio, ¿qué tipo de impuesto es?
Cuando ellos hablaban de un impuesto a la comida chatarra sostenía que el objetivo era un desincentivo del consumo de comida chatarra; ahora tenemos un propósito castigador, porque si a lo larga hecho de su vida usted ha trabajado y ha hecho un patrimonio superior al millón de dólares, para nosotros eso está mal y le vamos a cobrar el 47% de su patrimonio si usted hereda, sin sentarse a pensar que en este impuesto-rencor, en este impuesto-castigo están enviando un mensaje a quien es el generador principal de la riqueza y quien debiera ser su principal aliado, el sector privado.
Durante ocho años el Estado ha empleado a más de 700 mil ecuatorianos, pero ya no puede emplear a más. Ya se llegó al techo de ingresos, ya no hay más plata ni se puede generar más puestos de trabajo; no obstante la población sigue creciendo y miles de chicos siguen saliendo al mercado laboral y como el Estado ya no los puede emplear el aliado natural es el sector privado, porque no se puede tener dos Estados. Lo natural es fortalecer el sector privado para que haya capitales que puedan generar fuentes de trabajo. Porque quienes como profesionales construimos fuentes de trabajo desde la clase media podemos emplear unas cinco o seis personas en el mejor de los casos y una pequeña empresa tendrá quince o veinte empleados. Pero estamos hablando de millones de personas que están en condiciones de ser empleadas, entonces necesitamos grandes empresas que generen empleos por miles. Pero su el gobierno le dice a as personas que tienen capacidad para generar esto, oiga, si usted tiene bienes en el Ecuador, aunque viva afuera le vamos a mochar el 47% de sus bienes, incluso de los bienes que tiene afuera. ¿Cuál es el mensaje?: que no debo tener ni bienes ni familia en el Ecuador, me voy. Y si se van los grandes capitales, ¿quién los sustituye en la generación de empleo? Eso es lo que ellos no alcanzan a ver con ese discurso populista y simplón que tienen.
Continúa en:
http://www.planv.com.ec/historias/politica/ramiro-aguilar-correa-quiere-anclar-su-popularidad-el-odioSEGUNDA ENTREVISTA PROGRAMA BUENOS DÍAS - 16 DE JUNIO DEL 2015
TEMA: ECLOSIÓN SOCIAL
INVITADO:
- Doctor Jaime Costales Peñaherrera, psicólogo clínico social.
miércoles, 12 de diciembre de 2012
Señor Correa, no vuelva
Opinión internacional |
ARGENTINA
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, visitó la Argentina. Sus comentarios sobre Irán, sobre los actos terroristas cometidos en Argentina y su método de comparar crímenes para disminuir la gravedad de los sucesos muestran errores sustanciales de carácter político y moral. Estos son muy inquietantes cuando son cometidos por quien tiene la responsabilidad de un Estado que, por sudamericano, comparte importantes iniciativas con nuestro país.
El señor Correa sostuvo que el atentado terrorista contra la AMIA es un hecho doloroso para la Argentina e, inmediatamente, afirmó: “Vaya y vea cuántos murieron en el bombardeo de la OTAN a Libia. Entonces comparemos las cosas y veamos dónde están los verdaderos peligros”.
Entre sus observaciones dijo que Irán era una democracia y que, en cualquier caso, si tenía algún defecto se trataba de cuestiones menores cuando se los comparaba con las monarquías absolutas aliadas a Estados Unidos.
El señor Correa incurre en algunos errores mayores.
Utiliza el método de la comparación para minimizar lo que él quiere escamotear. Su razonamiento equivale a decir: “Cierto, Pedro mató a Juan. Pero Roberto fue asesinado por Gustavo. ¡Pobre Juan! Aunque de todos modos a quien deberíamos condenar es a Gustavo, el terrible asesino de Roberto”.
Como verá, esto no tiene ni pies ni cabeza; ni siquiera puede decirse que se trata de un sofisma. Es un disparate. Pero estos “errores” distan de ser equivocaciones epistemológicas.
El disparate lógico cambia de naturaleza cuando los actores son los 85 asesinados en Argentina, el gobierno iraní, Estados Unidos y el libio Muamar Kadafi. En efecto, el señor Correa, en una muestra de talento deductivo, sostuvo que como Kadafi (el terrorista que hizo explotar un avión de 259 pasajeros) fue atacado por aviones de la OTAN, los iraníes (sospechados de la muerte de 85 inocentes) merecen comprensión.
La tontería se convierte en complicidad. Aplicando la lógica resquebrajada del señor Correa podría decirse que ya que Estados Unidos invadió Guatemala en 1954, no está tan mal que les hayan destruido las Torres Gemelas. Mañana, el mismo presidente podría sostener que puesto que Israel cometió graves crímenes en Líbano, no estaría de más que el señor Mahmud Ahmadineyad (símbolo de los valores de la lucha antiimperialista para ciertos autodenominados progresistas) arrojara una bomba atómica en Tel Aviv. Del mismo modo, un fascista podría afirmar: “Cierto, la dictadura tuvo 30 mil desaparecidos, es doloroso, pero nos salvó del verdadero peligro del comunismo, responsable con Stalin de 700 mil fusilamientos entre 1936 y 1938”.
Pero, lector, no creo que se trate de toscas lógicas ni de disimuladas tonterías bajo las sofisticadas formas del sofisma. El señor Correa sencillamente defiende sus intereses.
Le confieso, dicho entre nosotros, que no sé exactamente cuáles son. Intuyo que tienen que ver con la defensa de Irán, con sus vínculos comerciales y financieros y con la estrategia de colaboración que construyen varios países de la región con el paraíso de los ayatolas.
El señor Correa ha venido a decirnos, en nuestra casa, que porque Estados Unidos realiza actos condenables, no debemos quejarnos en exceso por los asesinatos cometidos por el gobierno iraní en nuestro territorio (extraña gesta antiimperialista de un presidente que acepta que la moneda de su país sea el dólar estadounidense).
En otras palabras, el presidente ecuatoriano nos ha insultado, defendiendo en el proceso a uno de los más siniestros personajes políticos de nuestro planeta. A un represor de su pueblo, a un activista que niega el Holocausto, a un temible simulador que sigue desarrollando capacidades nucleares que ya no se justifican bajo el paraguas de las investigaciones experimentales o pacíficas.
¿Por qué la Argentina desearía profundizar su vínculo con el señor Correa? ¿Existe algún motivo superior que ignoramos? ¿Hay alguna razón de Estado que justifique aceptar en silencio este insulto?
Como lo sucedido es grave, nuestro gobierno debería ayudarnos a entender. Lo precisamos, sobre todo cuando se desarrollan conversaciones con el gobierno iraní, las que –para utilizar una palabra amable– son extrañas. ¿Por qué los iraníes permitirían que personalidades de ese país (posibles candidatos presidenciales) fueran juzgados por sus probables crímenes en Argentina?
Ninguna de estas cuestiones es menor. Todas ellas giran en torno a un atentado que sufrió nuestro país. Ese ataque parecería que no vino de un grupo terrorista sino de otro Estado. Por mucho menos ha habido guerras en el mundo. Y, para completar el cuadro, viene el señor Correa a defender a Irán, mientras el Gobierno negocia con el Estado agresor.
Hace un tiempo, creo que dos años atrás, le pedí a un canciller de uno de los países de la región que formaran parte del acuerdo cordial con Irán que me explicara esa política. Le dije que había que tener cuidado con volver a convertir a nuestra región en zona de interés en términos de seguridad. Ya habíamos todos sufrido cuando eso sucedió y la memoria estaba aún fresca para llamar al diablo. Le reiteré una de mis frases preferidas que me enseñó mi amigo Néstor: “Una cosa es verla venir, otra mandarla a traer”.
El canciller eludió la respuesta y yo eludí su silencio. Insistí. Finalmente, sin decir palabra, frotó su índice contra su pulgar. Es ese gesto casi universal que, probablemente, usted acaba de hacer y que alude al dinero sin nombrarlo.
Por todas estas cosas, señor Correa, no vuelva a mi país. Nos ofende. Muchos de mis compatriotas no creen que los crímenes de unos se justifiquen o puedan ser ignorados por los crímenes de los otros. Imagínese, señor presidente, una sociedad organizada sobre tales principios: tarde o temprano desaparecería, se habrían matado los unos a los otros.
* Politólogo. Fue canciller de Argentina durante el gobierno de Raúl Alfonsín, entre 1983 y 1989. El presente artículo fue publicado originalmente en el diario Perfil, de Buenos Aires.
http://www.eluniverso.com/2012/12/12/1/1363/senor-correa-vuelva.html
ARGENTINA
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, visitó la Argentina. Sus comentarios sobre Irán, sobre los actos terroristas cometidos en Argentina y su método de comparar crímenes para disminuir la gravedad de los sucesos muestran errores sustanciales de carácter político y moral. Estos son muy inquietantes cuando son cometidos por quien tiene la responsabilidad de un Estado que, por sudamericano, comparte importantes iniciativas con nuestro país.
El señor Correa sostuvo que el atentado terrorista contra la AMIA es un hecho doloroso para la Argentina e, inmediatamente, afirmó: “Vaya y vea cuántos murieron en el bombardeo de la OTAN a Libia. Entonces comparemos las cosas y veamos dónde están los verdaderos peligros”.
Entre sus observaciones dijo que Irán era una democracia y que, en cualquier caso, si tenía algún defecto se trataba de cuestiones menores cuando se los comparaba con las monarquías absolutas aliadas a Estados Unidos.
El señor Correa incurre en algunos errores mayores.
Utiliza el método de la comparación para minimizar lo que él quiere escamotear. Su razonamiento equivale a decir: “Cierto, Pedro mató a Juan. Pero Roberto fue asesinado por Gustavo. ¡Pobre Juan! Aunque de todos modos a quien deberíamos condenar es a Gustavo, el terrible asesino de Roberto”.
Como verá, esto no tiene ni pies ni cabeza; ni siquiera puede decirse que se trata de un sofisma. Es un disparate. Pero estos “errores” distan de ser equivocaciones epistemológicas.
El disparate lógico cambia de naturaleza cuando los actores son los 85 asesinados en Argentina, el gobierno iraní, Estados Unidos y el libio Muamar Kadafi. En efecto, el señor Correa, en una muestra de talento deductivo, sostuvo que como Kadafi (el terrorista que hizo explotar un avión de 259 pasajeros) fue atacado por aviones de la OTAN, los iraníes (sospechados de la muerte de 85 inocentes) merecen comprensión.
La tontería se convierte en complicidad. Aplicando la lógica resquebrajada del señor Correa podría decirse que ya que Estados Unidos invadió Guatemala en 1954, no está tan mal que les hayan destruido las Torres Gemelas. Mañana, el mismo presidente podría sostener que puesto que Israel cometió graves crímenes en Líbano, no estaría de más que el señor Mahmud Ahmadineyad (símbolo de los valores de la lucha antiimperialista para ciertos autodenominados progresistas) arrojara una bomba atómica en Tel Aviv. Del mismo modo, un fascista podría afirmar: “Cierto, la dictadura tuvo 30 mil desaparecidos, es doloroso, pero nos salvó del verdadero peligro del comunismo, responsable con Stalin de 700 mil fusilamientos entre 1936 y 1938”.
Pero, lector, no creo que se trate de toscas lógicas ni de disimuladas tonterías bajo las sofisticadas formas del sofisma. El señor Correa sencillamente defiende sus intereses.
Le confieso, dicho entre nosotros, que no sé exactamente cuáles son. Intuyo que tienen que ver con la defensa de Irán, con sus vínculos comerciales y financieros y con la estrategia de colaboración que construyen varios países de la región con el paraíso de los ayatolas.
El señor Correa ha venido a decirnos, en nuestra casa, que porque Estados Unidos realiza actos condenables, no debemos quejarnos en exceso por los asesinatos cometidos por el gobierno iraní en nuestro territorio (extraña gesta antiimperialista de un presidente que acepta que la moneda de su país sea el dólar estadounidense).
En otras palabras, el presidente ecuatoriano nos ha insultado, defendiendo en el proceso a uno de los más siniestros personajes políticos de nuestro planeta. A un represor de su pueblo, a un activista que niega el Holocausto, a un temible simulador que sigue desarrollando capacidades nucleares que ya no se justifican bajo el paraguas de las investigaciones experimentales o pacíficas.
¿Por qué la Argentina desearía profundizar su vínculo con el señor Correa? ¿Existe algún motivo superior que ignoramos? ¿Hay alguna razón de Estado que justifique aceptar en silencio este insulto?
Como lo sucedido es grave, nuestro gobierno debería ayudarnos a entender. Lo precisamos, sobre todo cuando se desarrollan conversaciones con el gobierno iraní, las que –para utilizar una palabra amable– son extrañas. ¿Por qué los iraníes permitirían que personalidades de ese país (posibles candidatos presidenciales) fueran juzgados por sus probables crímenes en Argentina?
Ninguna de estas cuestiones es menor. Todas ellas giran en torno a un atentado que sufrió nuestro país. Ese ataque parecería que no vino de un grupo terrorista sino de otro Estado. Por mucho menos ha habido guerras en el mundo. Y, para completar el cuadro, viene el señor Correa a defender a Irán, mientras el Gobierno negocia con el Estado agresor.
Hace un tiempo, creo que dos años atrás, le pedí a un canciller de uno de los países de la región que formaran parte del acuerdo cordial con Irán que me explicara esa política. Le dije que había que tener cuidado con volver a convertir a nuestra región en zona de interés en términos de seguridad. Ya habíamos todos sufrido cuando eso sucedió y la memoria estaba aún fresca para llamar al diablo. Le reiteré una de mis frases preferidas que me enseñó mi amigo Néstor: “Una cosa es verla venir, otra mandarla a traer”.
El canciller eludió la respuesta y yo eludí su silencio. Insistí. Finalmente, sin decir palabra, frotó su índice contra su pulgar. Es ese gesto casi universal que, probablemente, usted acaba de hacer y que alude al dinero sin nombrarlo.
Por todas estas cosas, señor Correa, no vuelva a mi país. Nos ofende. Muchos de mis compatriotas no creen que los crímenes de unos se justifiquen o puedan ser ignorados por los crímenes de los otros. Imagínese, señor presidente, una sociedad organizada sobre tales principios: tarde o temprano desaparecería, se habrían matado los unos a los otros.
* Politólogo. Fue canciller de Argentina durante el gobierno de Raúl Alfonsín, entre 1983 y 1989. El presente artículo fue publicado originalmente en el diario Perfil, de Buenos Aires.
http://www.eluniverso.com/2012/12/12/1/1363/senor-correa-vuelva.html
miércoles, 5 de diciembre de 2012
¡Qué increíble!
Todos los días antes de irme a trabajar, en Estados Unidos donde resido, leo las novedades que hay en el mundo a través de sus informaciones en periódicos como el New York Times, The Herald y veo una que otra noticia por televisión.
Vi en periódicos que el excelentísimo presidente del Ecuador recibió un premio honorífico en Argentina, ¡por respetar la libertad de expresión en Ecuador! Casi no di crédito a lo que leía.
Busqué en el calendario para ver si era el día de los inocentes o si se trataba de una broma pesada.
Llamé a los medios que publicaron la nota y era verdad, lo condecoraban.
Violar todos los días informaciones, injuriar a todos los periodistas, no importa de donde vengan, criticar a la prensa a diario diciéndole que es corrupta, cerrar medios informativos, enjuiciar a la prensa por informaciones ciertas, calumniar y expulsar a periodistas del país, ganar juicios con abogados que son jueces y parte a la vez, y maniatar informaciones; ¿son méritos para que den un premio?
John Mackliff,
Miami, Florida, EE.UU.
Fuente: http://www.eluniverso.com/2012/12/05/1/1366/increible.html
Vi en periódicos que el excelentísimo presidente del Ecuador recibió un premio honorífico en Argentina, ¡por respetar la libertad de expresión en Ecuador! Casi no di crédito a lo que leía.
Busqué en el calendario para ver si era el día de los inocentes o si se trataba de una broma pesada.
Llamé a los medios que publicaron la nota y era verdad, lo condecoraban.
Violar todos los días informaciones, injuriar a todos los periodistas, no importa de donde vengan, criticar a la prensa a diario diciéndole que es corrupta, cerrar medios informativos, enjuiciar a la prensa por informaciones ciertas, calumniar y expulsar a periodistas del país, ganar juicios con abogados que son jueces y parte a la vez, y maniatar informaciones; ¿son méritos para que den un premio?
John Mackliff,
Miami, Florida, EE.UU.
Fuente: http://www.eluniverso.com/2012/12/05/1/1366/increible.html
Premios para la prensa libre
No es obra de la casualidad que sucedan cosas, considerando que apenas somos instrumentos para cumplir la voluntad de nuestro Padre Celestial.
Ciertas personas cuando nuestro Creador les da la oportunidad de sobresalir en algo, creyéndose dueñas del poder cometen errores tras errores por sentirse superiores y no reflexionan que Dios puede derrumbar el imperio más grande. Como ejemplo de la voluntad divina está lo que ocurrirá en España el 12 de diciembre, el excolumnista de EL UNIVERSO Emilio Palacio recibirá uno de los Premios Internacionales de Periodismo de diario El Mundo. Fue seleccionado por directores de cuatro de los periódicos más influyentes de Europa, la alcaldesa de Cádiz y seis personas más de un jurado, con lo que se demuestra que no es obra del azar, quedando sin sustento “argumentos” que quieren demostrar lo contrario.
De igual manera mis congratulaciones para EL UNIVERSO por la mención especial que le otorgó el 25 de octubre del presente año, la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York, Estados Unidos, por su defensa a la libertad de expresión. El Premio María Moors Cabot se entrega a instituciones y periodistas del mundo, destacados en la noble profesión del periodismo. Con ello ratifico mi pensamiento, existe una programación superior que se debe cumplir.
El lado opuesto es lo que se observa cada día como lo que escuché por televisión, de parte de personas que se referían de forma despectiva a unos seres humanos. Se pierde la sensibilidad. ¿Será el estado de obsesión en sus mentes lo que no les permite rectificar desterrando el odio, la vanidad, la mentira; o tal vez Dios pone como muestra a estos seres para que la mayoría haga conciencia de que no es esa la forma? Lo importante es considerar que somos transeúntes y en algún momento seremos llamados a juicio ante Dios, donde no influyen posiciones terrenales.
Colón Quiroz Ferruzola,
Guayaquil
Fuente: http://www.eluniverso.com/2012/12/05/1/1366/premios-prensa-libre-II.html
Ciertas personas cuando nuestro Creador les da la oportunidad de sobresalir en algo, creyéndose dueñas del poder cometen errores tras errores por sentirse superiores y no reflexionan que Dios puede derrumbar el imperio más grande. Como ejemplo de la voluntad divina está lo que ocurrirá en España el 12 de diciembre, el excolumnista de EL UNIVERSO Emilio Palacio recibirá uno de los Premios Internacionales de Periodismo de diario El Mundo. Fue seleccionado por directores de cuatro de los periódicos más influyentes de Europa, la alcaldesa de Cádiz y seis personas más de un jurado, con lo que se demuestra que no es obra del azar, quedando sin sustento “argumentos” que quieren demostrar lo contrario.
De igual manera mis congratulaciones para EL UNIVERSO por la mención especial que le otorgó el 25 de octubre del presente año, la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York, Estados Unidos, por su defensa a la libertad de expresión. El Premio María Moors Cabot se entrega a instituciones y periodistas del mundo, destacados en la noble profesión del periodismo. Con ello ratifico mi pensamiento, existe una programación superior que se debe cumplir.
El lado opuesto es lo que se observa cada día como lo que escuché por televisión, de parte de personas que se referían de forma despectiva a unos seres humanos. Se pierde la sensibilidad. ¿Será el estado de obsesión en sus mentes lo que no les permite rectificar desterrando el odio, la vanidad, la mentira; o tal vez Dios pone como muestra a estos seres para que la mayoría haga conciencia de que no es esa la forma? Lo importante es considerar que somos transeúntes y en algún momento seremos llamados a juicio ante Dios, donde no influyen posiciones terrenales.
Colón Quiroz Ferruzola,
Guayaquil
Fuente: http://www.eluniverso.com/2012/12/05/1/1366/premios-prensa-libre-II.html
lunes, 5 de noviembre de 2012
Un filósofo del humor (3)
Cartas al Director
Confieso que pocas veces me he sentido tan conmovido por una noticia necrológica. Avanzando por las primeras páginas de EL UNIVERSO del martes 30 de octubre, leí que quien escribía la media página semanal como Tomás de Pelo, y se llamaba Marcelo Marchán, ha muerto a sus solo 62 años. Y en las páginas editoriales hallé un espacio como el suyo de los sábados, en blanco; triste anuncio de que no habrá más ‘Llorar al Revés’.
Pienso que, salvo los casos en que la sangre irrumpe desde lo profundo, en el dolor que nos produce la partida de alguien hay un componente pequeño, o menos pequeño, de egoísmo. Con esa partida hemos perdido algo. Con la partida de Tomás del Pelo mis sábados han perdido algo. En horas turbias de dictaduras fascistoides el humor crítico es como una bocanada de oxígeno. Esa que la vida avara le ha negado a Marcelo.
Al abrir las puertas de la Academia Ecuatoriana de la Lengua a un humorista, Simón Espinosa, recordé que la Real Academia Española lo había hecho con Mingote, y me atreví a pensar en voz alta que aquello era un homenaje a La Codorniz que en pleno franquismo se reía de la dictadura y hacía fina burla de las hipocresías del conservadurismo reinante.
Tomás del Pelo se reía y nos arrastraba en su risa, de abusos, inmoralidades, ambigüedades y más turbiedades del régimen que padecemos. No decía cosas que no supiésemos –como sucede con varias de las columnas de Justicia Infinita–; su autor no debía ser hombre de corrillos y chismeaderos políticos. Se reía de lo que todos conocíamos, de lo que era vox pópuli, aunque esta voz –como todas las manifestaciones rebeldes e inconformes del pueblo– estuviese silenciada por variada suerte de amedrentamientos.
Cada sábado yo iba a la media página de ‘Llorar al Revés’ esperando ser sorprendido con una nueva ingeniosa serie: “Las nuevas tarjetas de crédito que muy pronto circularán”, “Señalética de tránsito que se identifica con nuestros conductores políticos”, “Diario íntimo de Julián Assange desde su reclusión diplomática”; la serie de “Anuncios clasificados” de “Alquilo suite en Londres”, “Vendo carro del 69 y plasma de 50”; “Informe secreto de curiosidades detectadas por el Curiosity”, “Las cinco etiquetas que se le olvidaron al Gobierno”, “Vayas donde vayas, te juro que nunca jamás verás estas vallas”, “Lucio, Acosta, Lasso y Correa se las juegan con el deporte”...
La sal quiteña acaso nos pareciese, al menos a los quiteños, más fina y sutil que de la de Tomás del Pelo, y seguramente muchos de sus chistes ofendían a oídos pudibundos y, por supuesto, a los majestuosos de su majestad.
Y no rehuía la mala palabra, esas expresivas palabras irreemplazables cuando las ordinarias suenan casi bobas. En la serie de los “Anuncios clasificados” puso uno sobre “Clases de castellano”, que era así: “Necesito contratar profesor para clases de castellano básico a dama australiana.
La enseñanza puede obviar la sintaxis y la morfología, pero, obligatoriamente, centrarse en el significado de las palabras, a efecto de que la alumna no vuelva a llamar “dictador” a nuestro presidente ni “perros” a potencias extranjeras; y, en fin, para que no vuelva a decir pendejadas”. ¿Qué habría sido del anuncio sin ese sonoro “pendejadas”?
Y este mismo pasaje nos recuerda, por aquello de “obviar la sintaxis y la morfología”, que nuestro humorista escribía un español pulcro. Solía introducir cada una de esas series humorísticas, por breve texto en que lucía un pensamiento exacto en un lenguaje no menos exacto, como para decirle al lector: no pienses que por alguna vulgaridad de mis humoradas, no soy tan serio como el que más. Aun entonces había humor en el trasfondo, en cierta fina segunda intención. (No hace falta advertir todo lo serio que es el humor, el auténtico, el grande, el libre, el de Cervantes y Quevedo).
Después ya era ese humor desenfadado con el que disfruta el guayaquileño en casos, ese del que solo puede disfrutar cuando no hay a la vista damas refinadas ni, por supuesto, escuchas del gobierno.
En Quito también lo disfrutábamos y nos emocionaba que se alzase una voz crítica indomable, en medio de un silencio como de cementerio.
Mi más sentido pésame a EL UNIVERSO y a todos los ecuatorianos que aún conservan el sentido de humor.
Hernán Rodríguez Castelo,
doctor, miembro de las Academias de la Lengua y de Historia del Ecuador, Quito
Fuente: http://www.eluniverso.com/2012/11/03/1/1366/un-filosofo-humor.html
Confieso que pocas veces me he sentido tan conmovido por una noticia necrológica. Avanzando por las primeras páginas de EL UNIVERSO del martes 30 de octubre, leí que quien escribía la media página semanal como Tomás de Pelo, y se llamaba Marcelo Marchán, ha muerto a sus solo 62 años. Y en las páginas editoriales hallé un espacio como el suyo de los sábados, en blanco; triste anuncio de que no habrá más ‘Llorar al Revés’.
Pienso que, salvo los casos en que la sangre irrumpe desde lo profundo, en el dolor que nos produce la partida de alguien hay un componente pequeño, o menos pequeño, de egoísmo. Con esa partida hemos perdido algo. Con la partida de Tomás del Pelo mis sábados han perdido algo. En horas turbias de dictaduras fascistoides el humor crítico es como una bocanada de oxígeno. Esa que la vida avara le ha negado a Marcelo.
Al abrir las puertas de la Academia Ecuatoriana de la Lengua a un humorista, Simón Espinosa, recordé que la Real Academia Española lo había hecho con Mingote, y me atreví a pensar en voz alta que aquello era un homenaje a La Codorniz que en pleno franquismo se reía de la dictadura y hacía fina burla de las hipocresías del conservadurismo reinante.
Tomás del Pelo se reía y nos arrastraba en su risa, de abusos, inmoralidades, ambigüedades y más turbiedades del régimen que padecemos. No decía cosas que no supiésemos –como sucede con varias de las columnas de Justicia Infinita–; su autor no debía ser hombre de corrillos y chismeaderos políticos. Se reía de lo que todos conocíamos, de lo que era vox pópuli, aunque esta voz –como todas las manifestaciones rebeldes e inconformes del pueblo– estuviese silenciada por variada suerte de amedrentamientos.
Cada sábado yo iba a la media página de ‘Llorar al Revés’ esperando ser sorprendido con una nueva ingeniosa serie: “Las nuevas tarjetas de crédito que muy pronto circularán”, “Señalética de tránsito que se identifica con nuestros conductores políticos”, “Diario íntimo de Julián Assange desde su reclusión diplomática”; la serie de “Anuncios clasificados” de “Alquilo suite en Londres”, “Vendo carro del 69 y plasma de 50”; “Informe secreto de curiosidades detectadas por el Curiosity”, “Las cinco etiquetas que se le olvidaron al Gobierno”, “Vayas donde vayas, te juro que nunca jamás verás estas vallas”, “Lucio, Acosta, Lasso y Correa se las juegan con el deporte”...
La sal quiteña acaso nos pareciese, al menos a los quiteños, más fina y sutil que de la de Tomás del Pelo, y seguramente muchos de sus chistes ofendían a oídos pudibundos y, por supuesto, a los majestuosos de su majestad.
Y no rehuía la mala palabra, esas expresivas palabras irreemplazables cuando las ordinarias suenan casi bobas. En la serie de los “Anuncios clasificados” puso uno sobre “Clases de castellano”, que era así: “Necesito contratar profesor para clases de castellano básico a dama australiana.
La enseñanza puede obviar la sintaxis y la morfología, pero, obligatoriamente, centrarse en el significado de las palabras, a efecto de que la alumna no vuelva a llamar “dictador” a nuestro presidente ni “perros” a potencias extranjeras; y, en fin, para que no vuelva a decir pendejadas”. ¿Qué habría sido del anuncio sin ese sonoro “pendejadas”?
Y este mismo pasaje nos recuerda, por aquello de “obviar la sintaxis y la morfología”, que nuestro humorista escribía un español pulcro. Solía introducir cada una de esas series humorísticas, por breve texto en que lucía un pensamiento exacto en un lenguaje no menos exacto, como para decirle al lector: no pienses que por alguna vulgaridad de mis humoradas, no soy tan serio como el que más. Aun entonces había humor en el trasfondo, en cierta fina segunda intención. (No hace falta advertir todo lo serio que es el humor, el auténtico, el grande, el libre, el de Cervantes y Quevedo).
Después ya era ese humor desenfadado con el que disfruta el guayaquileño en casos, ese del que solo puede disfrutar cuando no hay a la vista damas refinadas ni, por supuesto, escuchas del gobierno.
En Quito también lo disfrutábamos y nos emocionaba que se alzase una voz crítica indomable, en medio de un silencio como de cementerio.
Mi más sentido pésame a EL UNIVERSO y a todos los ecuatorianos que aún conservan el sentido de humor.
Hernán Rodríguez Castelo,
doctor, miembro de las Academias de la Lengua y de Historia del Ecuador, Quito
Fuente: http://www.eluniverso.com/2012/11/03/1/1366/un-filosofo-humor.html
Un filósofo del humor (2)
Cartas al Director
La mañana del lunes 29 de octubre del 2012, imagino que muchos de “los cuatro pelagatos” (sic) que compramos con mucho gusto Diario EL UNIVERSO, lloramos de verdad por tan fatal noticia, mi amigo Tomas del Pelo viajaba de acá, al más allá.
En la larga trayectoria de mi vida jamás ha existido un humorista de tan excelente composición verbal, comentando la realidad social y política de forma singular en un juego de palabras, un discurso que aclaraba cuantos cuestionamientos que solo Tomás podía responder. Una especie de comunicación versus entretenimiento.
Cada sábado anhelante abría el Diario EL UNIVERSO para leer su columna porque me hacía llorar al revés, de tal manera que en ocasiones hasta mis lágrimas fluían.
Por algún motivo retiró su zapato; si bien la actual caricatura de su imagen es de un galán, extraño aquella con su calzado, que con solo mirarlo, yo sonreía porque a un montón de personas siempre les hizo calzar una arenga de caídas, resbalones, apretujones, etcétera, en torno a la verdad.
Me atrevo a catalogarlo como un filósofo del humor, un ser comprometido con su dogma para sus lectores. Te extrañaremos, Marcelo.
¡Ay, si supieras cuánto lamento tu partida! He recortado su última columna y los comentarios acerca de su persona, y los he colgado como tributo y adorno en la puerta de mi refrigeradora, parecería un absurdo, pero también es absurda su pronta partida.
Luisa Chunga Quiñónez de Cedeño,
modista, asidua lectora de Tomás del Pelo, Guayaquil
Fuente: http://www.eluniverso.com/2012/11/03/1/1366/un-filosofo-humor-II.html
La mañana del lunes 29 de octubre del 2012, imagino que muchos de “los cuatro pelagatos” (sic) que compramos con mucho gusto Diario EL UNIVERSO, lloramos de verdad por tan fatal noticia, mi amigo Tomas del Pelo viajaba de acá, al más allá.
En la larga trayectoria de mi vida jamás ha existido un humorista de tan excelente composición verbal, comentando la realidad social y política de forma singular en un juego de palabras, un discurso que aclaraba cuantos cuestionamientos que solo Tomás podía responder. Una especie de comunicación versus entretenimiento.
Cada sábado anhelante abría el Diario EL UNIVERSO para leer su columna porque me hacía llorar al revés, de tal manera que en ocasiones hasta mis lágrimas fluían.
Por algún motivo retiró su zapato; si bien la actual caricatura de su imagen es de un galán, extraño aquella con su calzado, que con solo mirarlo, yo sonreía porque a un montón de personas siempre les hizo calzar una arenga de caídas, resbalones, apretujones, etcétera, en torno a la verdad.
Me atrevo a catalogarlo como un filósofo del humor, un ser comprometido con su dogma para sus lectores. Te extrañaremos, Marcelo.
¡Ay, si supieras cuánto lamento tu partida! He recortado su última columna y los comentarios acerca de su persona, y los he colgado como tributo y adorno en la puerta de mi refrigeradora, parecería un absurdo, pero también es absurda su pronta partida.
Luisa Chunga Quiñónez de Cedeño,
modista, asidua lectora de Tomás del Pelo, Guayaquil
Fuente: http://www.eluniverso.com/2012/11/03/1/1366/un-filosofo-humor-II.html
Un filósofo del humor
Cartas al Director
La muerte de Marcelo Marchán ha enlutado al periodismo de nuestro país, al humor fino, al ingenio; ha enlutado a la misma muerte con la que él jugó muchas veces, porque esta se ha quedado sin su chacharero.
Sus lectores lo vamos a extrañar; se ha ido un estilo, una expresión de la libertad de opinión.
Y como todas las cosas, la figura de Marchán se irá diluyendo en el tiempo, pero habrá Tomas del Pelo para rato, porque sus ocurrencias trascenderán más allá en ese mismo tiempo. ¡Qué diferencia con los exabruptos que son del viento!
Rommel E. Gallardo Moscoso,
Machala, El Oro
Fuente: http://www.eluniverso.com/2012/11/03/1/1366/un-filosofo-humor-III.html
La muerte de Marcelo Marchán ha enlutado al periodismo de nuestro país, al humor fino, al ingenio; ha enlutado a la misma muerte con la que él jugó muchas veces, porque esta se ha quedado sin su chacharero.
Sus lectores lo vamos a extrañar; se ha ido un estilo, una expresión de la libertad de opinión.
Y como todas las cosas, la figura de Marchán se irá diluyendo en el tiempo, pero habrá Tomas del Pelo para rato, porque sus ocurrencias trascenderán más allá en ese mismo tiempo. ¡Qué diferencia con los exabruptos que son del viento!
Rommel E. Gallardo Moscoso,
Machala, El Oro
Fuente: http://www.eluniverso.com/2012/11/03/1/1366/un-filosofo-humor-III.html
miércoles, 31 de octubre de 2012
Adiós, Marcelo…
Pedro X.Valverde Rivera
Yo era un niño cuando apareció en la revista Vistazo el “primer vicecampeonato de nombres raros”. Hasta el día de hoy recuerdo los nombres que más me llamaron la atención. Fue la primera vez que supe de la existencia de Tomás Del Pelo.
Varios años después, a inicio de los años noventa conocí a Marcelo Marchán, en esa época colaborador muy importante de Diario EL UNIVERSO. Mi sorpresa fue enorme cuando me enteré de que él era Tomás Del Pelo.
Desde entonces me unió a él una relación de enorme respeto y aprecio, que se fue profundizando con los años; respeto por su sencillez en el trato diario, por su humildad y hasta timidez al momento de recibir un elogio; y obviamente, por el talento creativo que lo llevó a liderar visionarios proyectos en diferentes ambientes y disciplinas.
Marcelo era una fuente inagotable de ideas; todas ellas de vanguardia, desafiantes frente a lo rutinario y establecido. Rompía con gran facilidad los esquemas y literalmente sacaba conejos del sombrero.
Y cada idea, cada proyecto, matizado con el humor que lo acompañaba en las buenas y en las malas.
A diferencia de muchos personajes de la historia, para nada parecidos a quienes les han dado vida, Marcelo y Tomás Del Pelo eran casi la misma persona.
Me atrevo a afirmar que la columna de Tomás Del Pelo, ‘Llorar al revés’, era la síntesis de todas las ideas y bromas que Marcelo maquinaba en la semana, y que compartía con sus amigos, colegas, familiares y compañeros de trabajo.
También era el reflejo de su alma libre e irreverente que levantaba su voz ante los abusos del poder y, sobre todo, ante las reiteradas agresiones a la prensa independiente y a la libertad de expresión.
En más de una ocasión me buscó preocupado por amenazas judiciales provenientes de altos funcionarios del poder; le preocupaba que su columna pudiere causarle daño al Diario, especialmente, luego del atropello perpetrado durante el caso EL UNIVERSO.
Pero ninguno de estos bravucones con pistola ajena consiguió amilanarlo ni callar su agudo humor político que todas las semanas causaba más de una incomodidad a quienes abusan del poder.
Se mantuvo hasta el final de su vida terrenal venciendo el miedo, desafiando al poder y regalando un momento de alegría y buen humor a sus fieles lectores, humor tan necesario en estos oscuros días que atraviesa la República.
La prematura partida de Marcelo, además de embargar de tristeza a sus familiares, amigos y a todos los que luchamos por valores democráticos y libertades, deja un gran vacío en la prensa ecuatoriana, vacío que difícilmente será llenado, porque Tomás Del Pelo era Marcelo y en él confluyeron diversos talentos que difícilmente se repiten. Un estilo único, uno en un millón.
Desde esta columna rendimos homenaje al creativo, al libre pensador, al humorista y al amigo.
Descansa en paz, Marcelo.
martes, 6 de marzo de 2012
Para mis hijos…
Iván Sandoval Carrión
Quiero un país donde, si el presidente de la República demanda a un columnista y a su periódico, más bien exija: 1) Disculpas y rectificación públicas de las frases supuestamente injuriosas; 2) Quinientas horas de servicio comunitario para cada uno de los acusados, distribuidas entre la Fundación Un Techo para mi País, el Instituto de Neurociencias Lorenzo Ponce y el Hospital Baca Ortiz, u otras instituciones afines; 3) Una indemnización en dólares equivalente a la raíz cuadrada de menos uno, y 4) El pago de todos los costos procesales. Con ello, dicho presidente debería estimar que su honor –que es incuantificable– obtendría completa satisfacción. De esa manera, ese presidente plantearía una demanda genuinamente histórica y ejemplar, y además, podría creer que concede una alternativa edificante a los acusados y una enseñanza a los medios y a todos los ecuatorianos.
Artìculo completo en: http://www.eluniverso.com/2012/03/06/1/1363/hijos.html
Quiero un país donde, si el presidente de la República demanda a un columnista y a su periódico, más bien exija: 1) Disculpas y rectificación públicas de las frases supuestamente injuriosas; 2) Quinientas horas de servicio comunitario para cada uno de los acusados, distribuidas entre la Fundación Un Techo para mi País, el Instituto de Neurociencias Lorenzo Ponce y el Hospital Baca Ortiz, u otras instituciones afines; 3) Una indemnización en dólares equivalente a la raíz cuadrada de menos uno, y 4) El pago de todos los costos procesales. Con ello, dicho presidente debería estimar que su honor –que es incuantificable– obtendría completa satisfacción. De esa manera, ese presidente plantearía una demanda genuinamente histórica y ejemplar, y además, podría creer que concede una alternativa edificante a los acusados y una enseñanza a los medios y a todos los ecuatorianos.
Artìculo completo en: http://www.eluniverso.com/2012/03/06/1/1363/hijos.html
Dejando el infierno
Hernán Pérez Loose
Probablemente no ha habido en la historia judicial del Ecuador, y probablemente del mundo, una querella criminal como la que acaba de concluir con el dichoso “perdón sin olvido”. Todos los expertos académicos –belgas, españoles, argentinos y norteamericanos– que este diario consultó sobre la mencionada querella criminal quedaban estupefactos cuando leían el expediente judicial. No encontraban ningún precedente en la jurisprudencia que de lejos se le acercara. ¿Cómo era posible que haya habido jueces capaces de escribir lo que escribieron, y de haber conducido un proceso en la forma en que lo condujeron?
Creemos que aquello es clave en este caso. No en el hecho de que un político haya querido obtener ochenta de millones de dólares a través de una querella; ni en el hecho de apostar a la toma de un medio de comunicación por imposibilidad de pago; o de simplemente quebrarlo económicamente; ni menos en la pretensión de mandar a la cárcel a sus directivos y a un columnista. Desde los albores de la humanidad han existido cosas como estas.
Al fin y al cabo la lista de políticos que han querido silenciar este diario, intimidar su línea editorial, encarcelar a sus periodistas y hasta eliminar a sus columnistas –como sucedió en la última dictadura militar– es una lista larga. Esos intentos comenzaron al poco tiempo de su fundación, y continuaron por las décadas posteriores. Intentos todos ellos que fracasaron, como fracasó el más reciente. En una sociedad de escasa tradición y cultura democrática como la nuestra estas aberraciones parecen hasta naturales.
Pero lo que sí causa asombro y hasta escándalo –y es lo que los juristas extranjeros no llegaban a comprender– es que haya habido jueces que plasmaron en sentencias una demanda propia de una Banana Republic. ¿Cómo fue posible que haya habido jueces que escriban que el Ecuador no está vinculado ni por los instrumentos internacionales del sistema interamericano de derechos humanos, ni por la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos? ¿Cómo se pudo condenar civilmente a una sociedad comercial por un delito que no podía cometer, y a unas personas por un escrito que no escribieron, y a un columnista por una opinión sobre un hecho público controversial? Y así por el estilo.
La respuesta está en nuestros juzgados y cortes que, con pocas excepciones, tienen más parecido con un círculo del Infierno de Dante que con un espacio creado para que impere la justicia. ¿En qué parte del mundo que no sea el Ecuador, por ejemplo, se acepta como normal que una de las partes en horas de la noche le entregue al juez la sentencia ya redactada en un pendrive y este se limite a firmarla?
El caso pasa ahora a la justicia internacional para anular el precedente y obtener la reparación de los daños causados. Y que luego el Estado sancione y repita contra los responsables de la infracción internacional. Se terminaron así pues los días felices en que la barbaridad jurídica campeaba.
Publicaciòn de: http://www.eluniverso.com/2012/03/06/1/1363/dejando-infierno.html
Probablemente no ha habido en la historia judicial del Ecuador, y probablemente del mundo, una querella criminal como la que acaba de concluir con el dichoso “perdón sin olvido”. Todos los expertos académicos –belgas, españoles, argentinos y norteamericanos– que este diario consultó sobre la mencionada querella criminal quedaban estupefactos cuando leían el expediente judicial. No encontraban ningún precedente en la jurisprudencia que de lejos se le acercara. ¿Cómo era posible que haya habido jueces capaces de escribir lo que escribieron, y de haber conducido un proceso en la forma en que lo condujeron?
Creemos que aquello es clave en este caso. No en el hecho de que un político haya querido obtener ochenta de millones de dólares a través de una querella; ni en el hecho de apostar a la toma de un medio de comunicación por imposibilidad de pago; o de simplemente quebrarlo económicamente; ni menos en la pretensión de mandar a la cárcel a sus directivos y a un columnista. Desde los albores de la humanidad han existido cosas como estas.
Al fin y al cabo la lista de políticos que han querido silenciar este diario, intimidar su línea editorial, encarcelar a sus periodistas y hasta eliminar a sus columnistas –como sucedió en la última dictadura militar– es una lista larga. Esos intentos comenzaron al poco tiempo de su fundación, y continuaron por las décadas posteriores. Intentos todos ellos que fracasaron, como fracasó el más reciente. En una sociedad de escasa tradición y cultura democrática como la nuestra estas aberraciones parecen hasta naturales.
Pero lo que sí causa asombro y hasta escándalo –y es lo que los juristas extranjeros no llegaban a comprender– es que haya habido jueces que plasmaron en sentencias una demanda propia de una Banana Republic. ¿Cómo fue posible que haya habido jueces que escriban que el Ecuador no está vinculado ni por los instrumentos internacionales del sistema interamericano de derechos humanos, ni por la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos? ¿Cómo se pudo condenar civilmente a una sociedad comercial por un delito que no podía cometer, y a unas personas por un escrito que no escribieron, y a un columnista por una opinión sobre un hecho público controversial? Y así por el estilo.
La respuesta está en nuestros juzgados y cortes que, con pocas excepciones, tienen más parecido con un círculo del Infierno de Dante que con un espacio creado para que impere la justicia. ¿En qué parte del mundo que no sea el Ecuador, por ejemplo, se acepta como normal que una de las partes en horas de la noche le entregue al juez la sentencia ya redactada en un pendrive y este se limite a firmarla?
El caso pasa ahora a la justicia internacional para anular el precedente y obtener la reparación de los daños causados. Y que luego el Estado sancione y repita contra los responsables de la infracción internacional. Se terminaron así pues los días felices en que la barbaridad jurídica campeaba.
Publicaciòn de: http://www.eluniverso.com/2012/03/06/1/1363/dejando-infierno.html
HRW: Políticas del gobierno de Ecuador atentan contra la libertad de expresión
PDF de entrevista de Fernando Alvarado en Andes
PDF de entrevista de Fernando Alvarado en El Ciudadano
El Secretario Nacional de Comunicación de Ecuador, Fernando Alvarado Espinel, distorsionó de manera flagrante lo sucedido durante una reunión mantenida recientemente en Washington con Human Rights Watch, informa el organismo a través de uncomunicado.
La información publicada en el sitio web de Human Rights Watch hace relación a una entrevista concedida al periódico oficial El Ciudadano el 4 de marzo de 2012, y que fue replicada en la agenda de noticias Andes. Las noticias fueron eliminadas de dichos sitios web oficiales, aunque el buscador Google conservó en caché esa información.
"La entrevista insinúa que Human Rights Watch avala algunas políticas del gobierno que vulneran la libertad de expresión. Por el contrario, durante la reunión Human Rights Watch insistió en que Ecuador debe despenalizar la difamación y abstenerse de enjuiciar a quienes expresan opiniones críticas", expresa la comunicación de HRW.
“La descripción que ofrece Alvarado sobre el encuentro con Human Rights Watch distorsiona deliberadamente nuestra posición sobre la libertad de expresión en Ecuador”, afirmó Tom Malinowski, Director en Washington de Human Rights Watch, quien participó en la reunión. “Durante el encuentro, Human Rights Watch cuestionó en forma clara y reiterada las políticas y prácticas del gobierno contra sus críticos, las cuales vulneran estándares básicos sobre libertad de expresión”.
Entre otras cosas, Alvarado señaló que todas las organizaciones no gubernamentales con las cuales se reunió “dijeron entender claramente las razones del Presidente de la República para judicializar un reclamo tanto en el caso de El Universo como en el caso de El Gran Hermano”, en alusión a las medidas judiciales iniciadas por el gobierno contra críticos del presidente, incluidos varios directores y un periodista del periódico El Universo y los autores de un libro titulado “Gran Hermano”.
El 29 de febrero, Human Rights Watch se reunió en sus oficinas con una numerosa delegación del gobierno ecuatoriano encabezada por Alvarado. En el mensaje de correo electrónico donde se solicitó la reunión con Human Rights Watch, se indicó que el gobierno ecuatoriano deseaba “entender mejor las preocupaciones de las ONGs... sobre las acciones del Presidente (en materia de libertad de expresión)”.
Durante la reunión, Human Rights Watch señaló que la situación de la libertad de expresión en Ecuador es una de las peores de toda la región. Al aplicar normas penales sobre difamación y pedir que se obligue a sus críticos a pagar indemnizaciones y multas de varios millones de dólares, el gobierno del Presidente Rafael Correa ha vulnerado reiteradamente estándares internacionales de derechos humanos y valores fundamentales de una sociedad democrática, afirmó Human Rights Watch durante el encuentro en Washington.
En su comunicado, Human Rights Watch también cuestionó duramente los esfuerzos del gobierno ecuatoriano por exportar sus políticas contra la libertad de expresión promoviendo una campaña internacional para desacreditar el trabajo de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Organización de los Estados Americanos.
Durante el encuentro, la delegación ecuatoriana reconoció que las normas penales sobre difamación —incluidas aquellas utilizadas contra críticos de Correa— resultan problemáticas y deberían ser derogadas. Pese a ello, defendieron la aplicación de estas leyes por el Presidente Correa contra sus críticos en los casos mencionados.
Desde hace tiempo, diversos organismos internacionales de derechos humanos han criticado el uso de acciones penales por difamación como represalia contra quienes denuncian a funcionarios públicos. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que el honor de los funcionarios públicos o las personas públicas debe estar protegido jurídicamente, pero siempre “de manera acorde con los principios del pluralismo democrático”.
Fuente: http://www.eluniverso.com/2012/03/06/1/1355/hrw-politicas-gobierno-ecuador-atentan-contra-libertad-expresion.html
PDF de entrevista de Fernando Alvarado en El Ciudadano
El Secretario Nacional de Comunicación de Ecuador, Fernando Alvarado Espinel, distorsionó de manera flagrante lo sucedido durante una reunión mantenida recientemente en Washington con Human Rights Watch, informa el organismo a través de uncomunicado.
La información publicada en el sitio web de Human Rights Watch hace relación a una entrevista concedida al periódico oficial El Ciudadano el 4 de marzo de 2012, y que fue replicada en la agenda de noticias Andes. Las noticias fueron eliminadas de dichos sitios web oficiales, aunque el buscador Google conservó en caché esa información.
"La entrevista insinúa que Human Rights Watch avala algunas políticas del gobierno que vulneran la libertad de expresión. Por el contrario, durante la reunión Human Rights Watch insistió en que Ecuador debe despenalizar la difamación y abstenerse de enjuiciar a quienes expresan opiniones críticas", expresa la comunicación de HRW.
“La descripción que ofrece Alvarado sobre el encuentro con Human Rights Watch distorsiona deliberadamente nuestra posición sobre la libertad de expresión en Ecuador”, afirmó Tom Malinowski, Director en Washington de Human Rights Watch, quien participó en la reunión. “Durante el encuentro, Human Rights Watch cuestionó en forma clara y reiterada las políticas y prácticas del gobierno contra sus críticos, las cuales vulneran estándares básicos sobre libertad de expresión”.
Entre otras cosas, Alvarado señaló que todas las organizaciones no gubernamentales con las cuales se reunió “dijeron entender claramente las razones del Presidente de la República para judicializar un reclamo tanto en el caso de El Universo como en el caso de El Gran Hermano”, en alusión a las medidas judiciales iniciadas por el gobierno contra críticos del presidente, incluidos varios directores y un periodista del periódico El Universo y los autores de un libro titulado “Gran Hermano”.
El 29 de febrero, Human Rights Watch se reunió en sus oficinas con una numerosa delegación del gobierno ecuatoriano encabezada por Alvarado. En el mensaje de correo electrónico donde se solicitó la reunión con Human Rights Watch, se indicó que el gobierno ecuatoriano deseaba “entender mejor las preocupaciones de las ONGs... sobre las acciones del Presidente (en materia de libertad de expresión)”.
Durante la reunión, Human Rights Watch señaló que la situación de la libertad de expresión en Ecuador es una de las peores de toda la región. Al aplicar normas penales sobre difamación y pedir que se obligue a sus críticos a pagar indemnizaciones y multas de varios millones de dólares, el gobierno del Presidente Rafael Correa ha vulnerado reiteradamente estándares internacionales de derechos humanos y valores fundamentales de una sociedad democrática, afirmó Human Rights Watch durante el encuentro en Washington.
En su comunicado, Human Rights Watch también cuestionó duramente los esfuerzos del gobierno ecuatoriano por exportar sus políticas contra la libertad de expresión promoviendo una campaña internacional para desacreditar el trabajo de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Organización de los Estados Americanos.
Durante el encuentro, la delegación ecuatoriana reconoció que las normas penales sobre difamación —incluidas aquellas utilizadas contra críticos de Correa— resultan problemáticas y deberían ser derogadas. Pese a ello, defendieron la aplicación de estas leyes por el Presidente Correa contra sus críticos en los casos mencionados.
Desde hace tiempo, diversos organismos internacionales de derechos humanos han criticado el uso de acciones penales por difamación como represalia contra quienes denuncian a funcionarios públicos. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que el honor de los funcionarios públicos o las personas públicas debe estar protegido jurídicamente, pero siempre “de manera acorde con los principios del pluralismo democrático”.
Fuente: http://www.eluniverso.com/2012/03/06/1/1355/hrw-politicas-gobierno-ecuador-atentan-contra-libertad-expresion.html
Suscribirse a:
Entradas (Atom)