El Secretario de la Tremenda Corte Constitucional
marchó más rápido que su hermano,
el velocísimo abogado cervecero.
Por ahora
se lleva los secretos a la tumba,
pero dizque por las noches va a venir
a jalarles las patas a sus deudores.
http://www4.elcomercio.com/2011-03-05/Noticias/Opinion/Justicia-Infinita.aspx
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