Luis E. Sarrazin Dávila
Cuanto más avanzamos y por diversas circunstancias enfrentamos determinados problemas, vemos con horror las tremendas inconsistencias que existen en las disposiciones legislativas, administrativas, financieras, etc., en cuyo diseño, sus autores dizque laboraron en beneficio del pueblo.
Fui consultado por algunas ONG, sobre el tema de los medicamentos que iban a recibir para ayudar a los damnificados de los graves trastornos pluviales y con estupefacción, me enteré que la ley de Producción, Comercialización y Expendio de Medicamentos Genéricos de Uso Humano publicada en el Registro Oficial No. 59 del 17 de abril de 2000, en su artículo 21 dispone: “Serán sancionados con prisión de un (1) mes a un (1) año y multa de quince mil (15.000.00) dólares de los Estados Unidos de América, quienes vendan, adquieran o reciban a nombre de entidades del sector público, medicamentos cuya fecha de expiración sea menor a un (1) año contado a partir de su fecha de recepción”.
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las ONG que me contactaron, les ofrecían productos tales como antitusígenos y expectorantes; antibióticos para infección de vías respiratorias; colirios; cremas para uso dermatológico; y, antiparasitarios, de gran utilidad en estos momentos.
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Otro ridículo increíble, se basa en el hecho de exigir que las etiquetas de los productos que ingresen al Ecuador, deben venir redactadas en idioma castellano. ¿Se pueden imaginar ustedes la cara de un donante que va a obsequiar 20.000 frascos de antiparasitarios, al enterarse de que para enviar esa donación, tiene que mandar a fabricar 20.000 etiquetas en castellano del producto, que siendo un medicamento, aunque tenga su etiqueta en inglés, es ampliamente conocido en cualquier lugar por médicos y enfermeras, cuyo único papel sería, el de entregarlo con la etiqueta en inglés e inscribir en castellano en la receta, cómo debe ser administrado.
Al enterarse de estas exigencias, el donante, luego de mandarnos a mejor parte, orientará su donación a otros países como Perú, Bolivia, etc., que la recibirán con los brazos abiertos. ¿Será posible que sigamos perdiendo cientos de miles de dólares gracias a tamaños absurdos?
Y sigo andando…
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Completo,
http://www.expreso.ec/html/editorial3.asp
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