Que, como las agruras en nuestra llacta de la revolución ciudadana son de todos los días, se ha visto necesario, por recomendación médico-psiquiátrica, una dosis diaria de antiácido.
Que los talibanes de esta publicación agradecen a la dirección de HOY el que se les haya brindado un espacio de total libertad para la constructiva burla de nuestros próceres.
Que esta ha sido una obra colectiva, gestada en el diálogo semanal sabrosos y salpicado de buen humor entre los autores, cómplices y encubridores de la página.
Que como bastante han tomado el pelo a muchos es bueno que terminen haciéndolo consigo mismos, como es moneda de buena de ley en el humor.
Acuerda:
Condecorar a los hacedores de esta página con medalla a la Orden de la Academia de las Lenguas, y condenarlos a escuchar en las sabatinas a su fundador y miembro del número, como penitencia y tormento por sus muchos pecados,
Compañerita paloma: Soy el MashiRafico, tu jefe, el jefe de tu nido y de todo lo que anides en él. Acudo, compañerita, ante ti, no para pedirte ningún favor, que no lo necesito, pero sí para contarte la última de mis genialidades: he mandado en el nuevo proyecto de Código Penal la prohibición de clonar humanos ecuatorianos. El científico loco que se atreva, a la Peni por tres años. No vale el cuento de investigación científica, talento ni nada por el estilo. Todos se van presos. Pero te cuento un secreto: en las transitorias del Código, en aquellos artículos que nadie lee pero que esconden la trampa, pongo que se prohíbe la clonación en general, pero con una excepción, la mía, ja, ja. Permitido clonarme. De esa forma, en cada hogar revolucionario habrá un Mashi que ponga orden, respeto, solidaridad, ecuanimidad, equilibrio y tolerancia. Sobre todo, tolerancia. De esa forma, habrá paz, seguridad y lo más importante, el país tendrá Mashis para rato. La revolución durará 300 años y hubo gente que no nos creyó. Ahora, ¿cómo les quedó el ojo? Hasta la victoria eterna.
Compañero Mashi: Te felicito por tu poder eterno y por la brillante iniciativa de castigar la clonación humana. Pero no descartes que hecha la ley, hecha la trampa. Y te invadan clones del Lucio, Abdalá, Fabricio, que te hagan la vida cuadritos. Deja a la ciencia avanzar en paz.
Manuel Ignacio Gómez Lecaro Dijo este sábado que la prensa se concentra en “detalles irrelevantes”. Que en lugar de reportar lo importante, se enfocan en pequeñeces. Por ejemplo, en su reacción frente a una señora mientras recorría el hospital Eugenio Espejo de Quito. “¡No me empuje señora, está hablando con el presidente de la República; usted me vuelve a empujar y la mando detenida!”, le advirtió enojado ese día.
Dijo también el sábado “yo no soy Rafael Correa, soy el Presidente de los ecuatorianos”. ¿Estará perdiendo esa capacidad de desdoblarse que tan útil le resultó en su juicio contra El Universo?
Yo no creo que sea un detalle irrelevante que Rafael Correa amenace con detener a una señora que se le acerca a reclamar la falta de medicinas. Demuestra su personalidad que tanto mal le hace a este país y ese convencimiento de estar por encima del resto. Lo vimos también en Nueva York. Luego de su discurso en la Universidad de Columbia, le salió el Hulk ante la primera pregunta que lo incomodó. “Usted es un mentiroso” fue su cultísima y muy académica respuesta.
No creo que exageraba Correa cuando en ese mismo discurso dijo que “nosotros somos la verdad”. Ese complejo de infalibilidad con el que pasea su inmenso poder este Gobierno, les hace creer que están por encima del bien y del mal, y con derecho a todo.